Hace unas semanas, la Dirección General de Tráfico (DGT) publicó los tramos de concentración de accidentes vigilados por radares móviles y fijos, en un listado difundido en su web. El objetivo, apoyado por el RACE, es alertar a los conductores de los riesgos que supone circular a más velocidad en zonas de alta siniestralidad.

Sin embargo, el listado presenta errores e indefiniciones, por lo que creemos que no incide en la credibilidad y en la eficacia de una medida como esta; también sorprende ver la uniformidad en el número de tramos vigilados frente a las diferencias de accidentalidad entre las provincias, lo que exigiría adaptar las medidas según el caso.

El Real Automóvil Club de España (RACE), tras denunciar durante mucho tiempo el carácter recaudador de los radares, apoyó la señalización de dichos tramos, pues alertaba a los conductores sobre los riesgos derivados de un exceso de velocidad en vías secundarias y, sobre todo, cambiaba el signo de estos controles por la prevención. A pesar de la intención de la medida, y tras un período de estudio, el club ha detectado importantes inexactitudes y datos poco fiables en el listado publicado por la DGT, lo que en algunos casos provoca que no sean de utilidad durante los desplazamientos de los conductores.

Algunos de los ejemplos de errores detectados en el listado son los ubicados en la Comunidad de Madrid, con dos tramos de 340 kilómetros cada uno; los más de 500 kilómetros en Burgos en una misma carretera; o los más de 100 en la provincia de Salamanca al alertar de un radar en la carretera de Vitigudino. Pese a tratarse de un error, en cuanto que no hay tramos de tantos kilómetros en algunas provincias, el club de conductores cree que la vigilancia debería limitarse a zonas más específicas y donde se haya detectado una mayor peligrosidad, lo que incidiría en reducir el riesgo en tramos de concentración de accidentes.

 

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