Pese a que lleva poco tiempo al frente de la Dirección Provincial de Educación y de que, como es normal, todavía no ha podido estudiar en profundidad toda la casuística de los municipios de la provincia, Jesús Laborda afirma que “hay que ser muy prudente a la hora de construir nuevos edificios”.
 
Son dos las razones que alega, primero “porque la situación económica no es muy favorable, no lo permite, y en segundo lugar porque cuando se construye un nuevo centro hay que pensar en la durabilidad o en la consistencia en el tiempo de ese edificio”.
 
En la provincia de Salamanca hay varios municipios que llevan tiempo solicitando la construcción de un instituto. Es el caso de Villares de la Reina, Carbajosa de la Sagrada y Guijuelo. Sin embargo, y sin entrar en los casos particulares, el máximo responsable de Educación afirma que “hay otros lugares en los que hay que pensar reducir, anular o cerrar centros, y creo que no podemos explicarles a los ciudadanos de Salamanca que hemos abierto un centro y tenemos que cerrar otros porque no hay alumnos. Entonces creo que debemos optimizar, una vez más, los recursos materiales y los recursos humanos”.
 
Por ello, Jesús Laborda se muestra realista y asegura que “es muy bonito hacer centros, pero la pregunta es ¿van a estar ocupados y durante cuánto tiempo?”.

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