La mayoría coincide en una disminución de la demanda de pisos de alquiler para estudiantes durante los últimos cinco años. Afirman que cada año notan un ligero descenso con respecto al anterior y achacan esta funesta situación a la coyuntura económica del país.
Algunas inmobiliarias han decidido apostar por una bajada de precios como herramienta de reclamo a futuros estudiantes pero creen que no es suficiente, “hemos ajustado los precios pero no es suficiente porque el problema no es que los pisos en Salamanca sean caros, sino que cada vez hay menos estudiantes aquí”.