Por el momento se desconoce hasta cuando permanecerá vallado el arenal, lo que sí se sabe es que el inicio de la temporada de baños, previsto habitualmente para el 15 de junio, se va a retrasar aunque no se ha precisado el día.
Desde el instante en que camiones y excavadoras invadieron la playa para restañar los efectos del temporal, se han disparado los rumores que aseguran que la temporada está perdida porque las máquinas no se irán hasta el mes de septiembre. Los más optimistas, sin embargo, apuntan que quizá se abra una parte el próximo 5 de julio aunque se cerraría el 31 de agosto en vez del 15 de septiembre, como es habitual otros años.
Además de afectar al turismo procedente de Salamanca, el cierre de la Playa de Barra supone un duro golpe para el comercio de la zona que tiene en el flujo de turistas -especialmente en la temporada de verano- su principal fuente de ingresos.
En la enorme valla que las autoridades han instalado a lo largo de la arena se especifica que quien no respete esa limitación se enfrenta a multas de entre 400 y 2.500 euros. Aun así, algunos bañistas desafían estos días la prohibición para acceder hasta la orilla mientras, a su lado, las maquinas trabajan para reponer la arena y alguno de los ‘chiringuitos’ que los rigores del pasado invierno se llevaron por delante, al igual que sucedió en buena parte de las costas del Norte de España.
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