La Inspección de Trabajo controlará más las horas laborales y las subcontratas

Salamanca, tercera provincia de la Comunidad con más inspecciones por la ‘normativa covid’ y sexta en número de sanciones
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La Inspección de Trabajo aumentará sus controles el próximo año y lo hará sobre todo en busca del fraude que se está llevando a cabo en las empresas a la hora de realizar contratos a tiempo parcial. Sobre todo por el incumplimiento de horas laborales y las subcontratas. Así consta en el programa territorial integrado del sistema de Inspección de Trabajo y Seguridad Social en Salamanca para el año 2016, al que ha tenido acceso SALAMANCA24HORAS.

En total, se realizarán casi cinco mil inspecciones en la provincia charra durante el próximo año, divididas en cuatro grandes bloques: prevención de riesgos laborales, contratación, Seguridad Social y trabajo irregular en extranjeros. Será una media de una quincena de controles cada día. Inspecciones que aumentarán también en los pueblos salmantinos, en busca de destapar más fraudes laborales.

Nuevos sectores problemáticos

En los últimos años, el trabajo de inspectores y subinspectores de Trabajo se ha ido centrando en las irregularidades del empleo ilegal y no tanto en los riesgos laborales o los movimientos migratorios, en los que se centraban anteriormente los esfuerzos. De hecho, según cuentan fuentes cercanas a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, se están llegando a sectores que antes no se habían tocado como los mercadillos ambulantes o las fiestas de los pueblos. 

El mayor número de irregularidades, sin embargo, se sigue encontrando en la hostelería, el sector por excelencia. El resto de servicios o la construcción también son un foco de empleo sumergido, algo difícil de valorar en muchos casos donde la regulación es escasa. Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de entrenadores y futbolistas. 

El principal problema para los inspectores surge de la flexibilidad del mercado laboral y de los llamados falsos autónomos que deberían ser en realidad trabajadores por cuenta ajena. Este último caso es el de los denominados freelance. De esta manera se pueden dividir en tres grandes categorías este tipo de actividades irregulares. Una primera sería el trabajo subordinado asalariado no declarado que se divide, a su vez, en el totalmente no declarado y en el parcialmente no declarado. Un segundo caso sería el trabajo por cuenta propia no declarado y el tercero, el trabajo remunerado no declarado, casi siempre circunscrito a las relaciones personales. 

Todas ellas producen serios problemas de controlar para los inspectores y subinspectores ya que las jornadas de, por ejemplo, una hora que se extienden hasta las cinco son una práctica habitual en muchos sectores, algo difícil de percibir. En el caso del trabajo por cuenta propia, ya sea remunerado o no, la mayor complicación proviene de que estos ?negocios? se integran dentro de un domicilio particular no pudiendo acceder al mismo debido a su inviolabilidad. 

Incentivos salariales en función del fraude descubierto

El pasado mes de marzo el consejo de Ministros recibió un informe de la ministra de Empleo y Seguridad Social, sobre el Anteproyecto de Ley Ordenadora del Sistema de Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Uno de sus aspectos más destacados es la configuración de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social como un Organismo Autónomo de nueva creación, que prestará servicio, a la vez, a la Administración General del Estado y a las Comunidades Autónomas.

Junto a ello, la ley preveía el aumento de los recursos destinados por la Inspección para la prevención de riesgos laborales y para combatir la siniestralidad laboral. Con ese objetivo, se crearía dentro de la Inspección una nueva Escala de Subinspectores de Seguridad y Salud en el Trabajo. Así, Hacienda quiere pagar más a los inspectores de Trabajo si descubren más fraude.

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