La Junta de Castilla y León negoció el pasado mes de febrero con los representantes de los empleados públicos la vuelta inmediata a la jornada laboral de 35 horas si el Gobierno centro decidía rebajar el salario de estos trabajadores en las próximas medidas de ajuste que fuera aprobando para acompañar los nuevos presupuestos generales. Ahora es la Junta la que ha decidido recortar el sueldo a los trabajadores de la sanidad pública mediante la eliminación de los complementos.
El texto legislativo incluyó entonces establecer la reversibilidad del aumento de jornada a 37,5 horas, cuando el PIB de la Comunidad crezca por encima del 2,5 por ciento, pero en la mesa, los responsables de la Junta también vieron con buenos ojos otro planteamiento sindical para que se volviera a las 35 horas si el Ejecutivo central decide rebajar los salarios de los empleados públicos.
Cabe recordar que la Junta adoptó la medida de aumentar la jornada para evitar una rebaja de salarios, al entender que esta hubiese sido mucho más perjudicial para estos empleados. Se decantó finalmente por esta medida mucho más moderada, dispuesta a reconsiderar si la legislación básica estatal les obligaba después a practicar una merma en las condiciones económicas de los trabajadores de la Administración regional.
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