El Foro de la Profesión Médica se ha reunido para concretar las propuestas que quieren hacer los facultativos ante la situación actual. En primer lugar, la demografía médica y recursos humanos, con el objetivo de planificar las necesidades de profesionales para el futuro inmediato. Las tres organizaciones tienen muy en cuenta, a tal efecto, un estudio elaborado por los estudiantes y decanos de Facultades de Medicina (integrados junto con OMC, CESM y FACME en el Foro de la Profesión Médica).
Los médicos también piden un nuevo modelo de retribuciones, que tenga en cuenta la especificidad del trabajo y la condición del médico y sirva de propuesta de la profesión ante la supuesta apertura del Ministerio de Sanidad a abrir un debate sobre ello. Además de profesionalismo médico, incidiendo en aspectos como la participación de los facultativos en la gestión de los centros y la necesidad de institucionalizar cauces de interlocución directa con la Administración para tratar todos aquellos asuntos (incluidos los laborales y económicos) que les afectan.
El secretario general de CESM, Francisco Miralles, espera que las autoridades reaccionen para llegar a la media salarial europea. En su opinión, el sueldo actual del médico no reconoce “la larga formación y especialización” con la que llega a su puesto de trabajo, “duplicamos la preparación de cualquier profesional del Grupo A de la Administración”, asegura. A esto añade que el acceso tardío al mercado laboral les dificulta llegar a ese nuevo periodo de 37 años de cotización.
En segundo lugar, el secretario general de CESM echa de menos “incentivos adicionales” en case a la “cantidad de trabajo, la disponibilidad y la calidad”, cuestión que entronca con complementos por productividad variable que han desarrollado ya ciertas autonomías, y también con el papel del profesional en la gestión de los centros sanitarios. Al respecto, desde CESM resaltan que el salario del facultativo español es un 63-65 por ciento del europeo y sufre también con respecto al salario profesional español, que está, apunta Miralles, en torno al 75 por ciento del de la Unión Europea.