En porcentaje, del precio del recibo el 56,8% está destinado al pago de impuestos y otros recargos establecidos por la normativa en vigor, ajenos al suministro electrico. De lo que se lleva el Estado, ya que no les basta sólo con el IVA (17,48 euros de un recibo de 100 euros), se añaden otros conceptos como el impuesto sobre la electricidad (3,87 euros), la compensación extrapeninsular (4,79 euros), primas a las renovables (22,8 euros) y lo correspondiente a cubrir el déficit de tarifa (7,87 euros).
España registra uno de los costes energéticos más elevados de la Unión Europea (UE). Sin embargo, los altos precios poco tienen que ver con el mercado eléctrico y mucho con la intervención estatal que sufre el sector. El Ejecutivo fija los precios precios de la luz a partir del denominado mix energético imponiendo por ley la distribución de energía en función de su fuente de origen (renovables, combustibles fósiles, nuclear…) y así controla su precio. Según las asociaciones de consumidores, en la última década, la luz ha subido un 86%, casi 17 euros por recibo mensual o lo que es lo mismo 442 euros al año.