Se trata de un repertorio variado con obras muy clásicas y otras muy características del jazz. En definitiva, un programa para deleitar a todo el público. La sonoridad del cuarteto de clarinetes destaca por su dulzura y homogeneidad tímbrica, pudiendo realizar interesantes giros melódicos y armónicos: sonidos guturales en el grave, registro clarín brillante y expresivo en el medio y sonidos penetrantes, cantarines y jocosos en el agudo. Disfrutaremos, sin duda, de una velada de música clásica y de jazz en la acogedora Cueva de Salamanca.