Pan y Carbón es el nombre de un colegio, pero no de cualquiera sino del Colegio Menor Universitario más antiguo de España, una razón más por la que Salamanca puede hacer alarde de su tradición universitaria.  Inaugurado el 27 de enero de 1386 acogía a seis estudiantes de origen humilde con el consentimiento de la reina Juana, ya que, el colegio subsistía en parte gracias a su donación de 3.000 maravedís. Sin embargo, ahora también es el nombre de una calle y pocos salmantinos saben lo que significan esos muros caídos.

La idea de crear esta casa para alojar a estudiantes pobres hay que otorgársela al obispo de Oviedo, Don Gutierre de Toledo, que en 1381 decide comenzar a proyectarlo. Para realizarlo el obispo dona algunas de sus casas del gran patrimonio que poseía en Salamanca. El Colegio Viejo de Oviedo, también conocido como Pan y Carbón abre sus puertas en 1386, y además de tener un patio interior con un pozo y un jardín tenía habitaciones dobles para sus alumnos, una biblioteca, y una cocina.

Los estudiantes que quisieran hospedarse en esta residencia debían cumplir unos requisitos. Ser miembros de familias humildes y honradas con una renta inferior a 6.000 maravedís al año, ser cristianos viejos. Además, de ser solteros, y sanos, sin ninguna enfermedad infecciosa. Y como todo colegio menor universitario había que respetar unas normas como no meter mujeres en el centro, y cumplir las horas de estudio impuestas por la persona encargada de vigilar a los jóvenes.

Pero como le ha ocurrido a otros muchos edificios en Salamanca, fue asolado por un incendio en 1460, lo que supuso la destrucción de la constitución del centro, documento en el que figuraban los estatutos de la creación de Pan y Carbón. Tras las llamas se reconstruye y vuelve a convertirse en cobijo de estudiantes universitarios.  Pero según va pasando el tiempo los estudiantes se van descontrolando y los responsables del colegio no son capaces de contenerlos. Es el rector de la Universidad el que tras ver como el Colegio Menor Viejo de Oviedo se ha convertido en una casa de prostitución decide que una persona ajena a la residencia ponga orden.

A pesar de estos intentos por recuperar la decencia de Pan y Carbón finalmente se cierra en 1780 cuando pasa a ser propiedad del seminario. Desde entonces la propiedad va cambiando hasta nuestros días, que está en manos privadas. Ante el estado en el que se encuentran los restos de este edificio, la asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio presentó una petición al Ayuntamiento de Salamanca para que se procediera a la limpieza y mantenimiento de los restos del colegio en el año 2006. Sin embargo, seis años después las ruinas siguen en el mismo estado, cuando la única solución posible es la conservación, ya que, Pan y Carbón en el Plan de Ordenación Urbana está catalogado como Conjunto Histórico-Artístico, además de figurar en el catalogo de edificios de interés con protección estructural.

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