La comisión ejecutuva de la pasada semana, al igual que en el PSOE de Castilla y León, destacó no por lo que se dijo durante la reunión, sino por lo que no se dijo, y se comentó en corrillos, antes y después. En el caso de Salamanca, la renovación pasaría por una salida ‘a lo Melero’. Hace poco más de un lustro, el entonces secretario provincial dejó el cargo para propiciar una renovación con Fernando Pablos a cambio de ir en la lista al Senado como primer nombre. Jugada por cierto malograda por los votantes, que se decantaron por otra persona, Josefa Mena, como senadora. Ahora, la más que posible renuncia de Jesús Caldera como diputado en el Congreso después de dos décadas y los problemas con la Justicia de la senadora Elena Diego, que hacen difícil que repita aunque se proclame su inocencia, han abierto una pugna silenciosa en el PSOE.
Durante la última comisión ejecutiva muchos socialistas comentaron el error de Fernando Pablos de no haber renovado verdaderamente el PSOE de Salamanca hace seis años, con personas que acumulan dos décadas en distintos cargos, y ahora quieren evitar que se produzca el mismo error del cambio de cromos. Es decir, Fernando Pablos y Enrique Cabero como cabeza de lista al Congreso de los Diputados y Senado en las próximas elecciones generales de 2015 a cambio de dejar vía libre en la secretaría provincial y en el Ayuntamiento de Salamanca. Los hay que ven posible esta hipótesis, defendiendo la figura política de Pablos, que no la de gestor del partido, y los hay que consideran que debe haber una renovación total sin condiciones. El futuro del PSOE de Salamanca también comienza a escribirse estos días.
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