Si se necesita dinero rápido, vender las joyas de oro puede ser una solución. Así lo consideran numerosos ciudadanos al acudir a la compraventa de un metal que ha visto incrementada su cotización durante los últimos años, propiciando un aumento de los negocios del sector. Sin embargo, el precio recibido por los clientes puede variar hasta un cuatrocientos por ciento en función de la tienda a la que se acuda.
 
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha hecho la prueba acudiendo con varias piezas sencillas de oro: dos anillos y unos pendientes de 18 quilates y una pulserita de 9 quilates (cinco gramos en total) a establecimientos de compraventa de oro, a joyerías tradicionales, a establecimientos de segunda mano y a Montes de Piedad. La diferencia fue entre 12 y 47 euros por gramo de oro para las joyas que llevaban.
 
“Lo cierto es que no hay nada ilegal en estas diferencias de precio: la compra de oro es un mercado libre en el que cada comercio puede ofrecer el importe que quiera. Lo que sí es ilegal es que no nos muestren lo que pesa la báscula y que, cuando lo hagan, el resultado no coincida con el real: porque en el 97% de los casos nos pesaron de menos”, explica la organización de defensa del consumidor.
 
La OCU alerta de que es fácil llevarse decepciones, y que la pulsera de oro comprada por 500 euros sólo pueda valer 125 euros al ser vendida. Y es que hay que descontar el margen de ganancia del diseñador, del fabricante y de la joyería, el mayor con diferencia; y luego el del comprador que, salvo que esté interesado en volver a vender la joya como pieza de segunda mano, la pagará al peso para fundirla luego. 
 
Valor de una pieza
 
Para conocer el valor de venta de una pieza de oro hay que fijarse en el peso y la pureza. En lo que respecta a la pureza hay que tener en cuenta que la mayoría de las joyas vendidas en nuestro país llevan oro de 18 quilates: se comprueba buscando en el interior de la joya una marca con tres números, que indica su calidad, por ejemplo 750 indica una pureza del 75%, es decir, oro de 18 quilates.  
 
Las tiendas especializadas de compraventa de oro son los comercios de compra más comunes, pero de los resultados de la encuesta muestran que no son los que ofrecen los mejores precios: de hecho, es donde se ofrecen precios medios más bajos, seguidos de las tiendas de segunda mano. Por otro lado, muchos de estos compraventa rechazan las piezas con un menor porcentaje de oro (piezas de 9 quilates). Además, en este tipo de comercios “son rácanos también con la información”, pues en el 90% de los casos es imposible conocer el precio de venta por gramo y en un 64% no se advierte de la presencia de hojas de reclamaciones. Las joyerías, por el contrario, ofrecen precios un poco más altos y también suelen ser más transparentes en su información de compra. 

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