"Esto va a conllevar la pérdida del reconocimiento del servicio tras 15 años, es miembro del observatorio de violencia nacional, es un centro referencia", ha señalado. Desde el Ayuntamiento el único motivo que se les ha dado ha sido que esta rotación mejorará las relaciones entre los miembros del cuerpo, por lo que desde el bando socialista dudan si es un capricho particular o una medida de castigo al equipo. "Si tenemos que volver al fascismo, que sean claros", ha aseverado.
Por su parte, Manuela Torres, jurista de Adavas, ha mostrado la preocupación de la asociación por esta reestructuración y este descabezamiento que provocarán una pérdida de eficacia en la atención a las víctimas. "Es un equipo que funciona bien, el que más formación específica tiene y es preocupante que se merme su eficacia. La Policía Local es importante en el sentido de que las víctimas se sienten más cercanas a esa policía de su ciudad, llevamos coordinándonos con este equipo desde el principio", ha asegurado.
Por último, Murillo ha dejado entrever la hipótesis que baraja, que no es otra que desde la jefatura de la Policía Local estén haciéndole la cama a la inspectora de violencia de género, Luisa Velasco. "Cuando no estás, no quieren que estés. Son prácticas oscurantistas y con esto no se juega", ha afirmado.
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