El frío invernal se ha instalado en la provincia de Salamanca y sólo las altas presiones, que favorecen más la creación de bancos de niebla, impiden que nieve durante estos días. Así, la pasada madrugada se ha llegado a los siete grados bajo cero, según datos oficiales de la Agencia Estatal de Meteorología. A lo largo del martes la temperatura máxima no pasó de tres grados bajo cero, y este miércoles, cerca ya del mediodía, los termómetros marcan todavía cinco grados bajo cero.

La previsión es que las temperaturas suban ligeramente hasta el fin de semana, en que ya no helará, con unas máximas que se acerquen más a los diez grados. Los cielos estarán despejados y podrá haber precipitaciones el domingo. De esta forma, se prolonga la ausencia de lluvias, que ya dejaron el año 2011 como el más seco en la provincia de Salamanca desde 1950.

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