La gerente del complejo hospitalario de Salamanca, Cristina Granados, hace oídos sordos a todas las críticas que cuestionan su gestión de cara a este verano. Ni de los trabajadores de los hospitales, que no dan abasto, ni de los pacientes, hastiados de tanta espera, ni de la ciudadanía salmantina en general, que ya se ha movilizando para salir a protestar a la calle. La gerente se empeña en justificar que la gestión de recursos para este verano es correcta.
En declaraciones a Radio Salamanca la semana pasada aseguró que ?no hay caos en el hospital? y que si hay trabajadores que están llegando a superar las quince horas seguidas de atención es porque lo hacen voluntariamente. Por tanto, insiste en que la plantilla y los recursos son los adecuados. ?No se pueden tener camas abiertas sin pacientes y con el personal con las manos en los bolsillos?, añade.
Esta actitud de Cristina Granados no es nueva. En sus anteriores puestos en hospitales de Madrid y Castilla-La Mancha tuvo importantes problemas con el personal sanitario, como ya ha informado SALAMANCA24HORAS. Por ejemplo, cesó al coordinador de urgencias en Toledo por "no esconder los pacientes". A los tres meses de ser nombrada como gerente del principal hospital manchego, la actual responsable del complejo sanitario de Salamanca mantuvo una fuerte discusión con el jefe de urgencias por dejar a la vista a pacientes en los pasillos debido al colapso del hospital, sin espacio disponible.
El cierre de camas este verano en los hospitales de Salamanca no sólo está provocando el caos durante los últimos días, con pacientes esperando horas para ser atendidos porque la escasez de trabajadores no da abasto en maratonianas jornadas laborales, también repuntará las listas de espera para una intervención quirúrgica.
Así lo prevé Comisiones Obreras (CCOO), poniendo como ejemplo que si se tienen en cuenta los datos publicados por la propia administración, las listas de espera quirúrgica del año 2015 contaban con 719 pacientes en prioridad dos antes del cierre de camas, incrementándose en septiembre a 949. Además, en cuanto a prioridad tres, en el mismo periodo aumentó de 2.889 a 3.420 pacientes.
Por todo ello, CCOO propone que, si realmente tal y como dicen, hay una bajada de actividad, se proceda a la contratación de más personal para poder ir eliminando las listas de espera. "La consecuencia directa de ese incremento de las listas de espera es que para reducirla posteriormente la dirección acude a las externalizaciones, con lo que esto supone. Peor calidad del servicio, más caro y con inconvenientes ya contrastados para los usuarios, ya que muchas de esas externalizaciones durante el año 2015 enviaron a los pacientes fuera de nuestra provincia".
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