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Los trabajadores sanitarios no cejan en sus protestas en la calle

Los trabajadores sanitarios no cejan en sus protestas en la calle
Un viernes más, la plataforma sindical de los empleados de la sanidad pública de Salamanca, formada por CCOO, UGT, CSI-F, CESM, Satse, Usae y USO, ha cortado temporalmente el paseo de San Vicente, a la altura del hospital Virgen de la Vega, en señal de protesta contra los recorte del Gobierno y la Junta de Castilla y León tanto en sus salarios como en las condiciones laborales.

"El Gobierno está utilizando a los empleados públicos como moneda de cambio para cumplir sus acuerdos con Europa", aseguran, y añaden: "Se trata sólo de los primeros pasos, puesto que hay una estrategia de avanzar de manera lenta y continuada hasta conseguir que el derecho a la protección de la salud deje de ser un derecho de todos los ciudadanos y pase a ser un privilegio para aquellos que puedan pagársela, dejando para los demás un modelo similar a la antigua beneficencia. La crisis no puede llevarse por delante el futuro, no puede sumir a la población en la regresión social y en el empobrecimiento. El Gobierno se ha sacado de la manga un programa oculto con el que no acudió a las elecciones y ha engañado a la ciudadanía. La crisis no puede llevarse por delante nuestro futuro y el de nuestros hijos".

La plataforma rechaza el plan de recortes por ser "una agresión brutal a las personas, a la economía y a la democracia, por ser medidas netamente antisociales e injustas". A su juicio, se vuelve a eximir de responsabilidades y compromisos al sector financiero, al sector empresarial y a las rentas más altas de este país, mientras se carga contra las personas en paro, pensionistas, personas con dependencia, enfermos, empleadas y empleados públicos, trabajadores y ciudadanía en general, reduciendo derechos y prestaciones sociales. "La imposición de estas reformas sociales y laborales acelera el desmantelamiento del Estado de Bienestar y quiebran el pacto constitucional, los fundamentos que hicieron posible la Constitución, y la propia democracia", añaden.

Además, "la falta de interés político por la sanidad pública se concreta en la sobrecarga laboral del personal sanitario y no sanitario, debido a los recortes de los recursos humanos y materiales. Todo ello desde una política de premeditado descrédito de la Sanidad Pública, pues está claro que este es el primer paso para conseguir un apoyo ciudadano a su privatización. Por eso, consideran que es necesario "frenar el abuso al que se está sometiendo a los profesionales que prestan sus servicios en la administración pública, dejándonos en una situación económica insostenible; no solamente en la actualidad sino también a largo plazo".

 
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