El Ayuntamiento de Salamanca tiene en marcha programas de control de roedores, llevando a cabo unas sesenta desratizaciones al año en diversos barrios de la ciudad. Así, los trabamientos de superficie han aumentado un cincuenta por ciento en apenas tres años.
El miedo y odio hacia estos roedores está incrustado en muchas culturas. En el caso de las ratas, puede ser debido a su asociación con la peste, que todavía hoy causa enfermedad y muertes en muchas partes del mundo. Aunque no está asociado con la peste, el ratón casero es una plaga molesta que conlleva un estigma social, además de ser portador de patógenos.
Las ratas y ratones pueden estar infectados con una amplia variedad de parásitos y agentes zoonóticos, lo que eleva su estatus de simplemente molestas a plagas para la salud pública. En concreto, presentan un gran riesgo para la salud humana, especialmente para aquellas personas cuya salud ya es delicada. Además de ser reservorios de enfermedades que son transmitidas de animales a personas, están relacionados con problemas médicos asociados al asma y con las reacciones alérgicas en los interiores de viviendas.
Las alcantarillas son un hábitat perfecto para las ratas hecho por el hombre. Minimizan las fluctuaciones de temperatura, aportan alimento y reducen o eliminan en gran medida los riesgos de depredación. La reproducción tiene lugar todo el año, y las alcantarillas con grandes infestaciones pueden servir de reservorios de ratas para la reposición de áreas de superficie después que se hayan hecho controles.
A menudo se encuentran ratas en viviendas de bajo nivel donde la densidad de edificación es muy elevada y el diseño de las estructuras impide a las ratas hacer madrigueras. En estas situaciones las ratas colonizan los sótanos y algunas zonas de las viviendas e intentan coexistir con los ocupantes humanos, lo que hace que los riesgos de mordeduras por ratas sean más grandes.
El vandalismo, los jardines descuidados, los edificios vacíos, el mal mantenimiento, la falta de higiene y la abundancia de refugios internos han sido relacionados con las infestaciones de roedores en las viviendas. La basura y los desperdicios de alimentos tirados de cualquier manera contribuyen a las infestaciones de ratas en superficie.
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