El pasado sábado la Unión General de Trabajadores (UGT) celebraba en la Casa del Pueblo su congreso provincial. Tras rendir cuentas de la gestión realizada por la dirección hasta el momento se eligió secretario provincial para los próximos años, un cargo en el que continuará José Luis Hernández Rivas. El líder del sindicato reconoce que hay mucha labor que realizar por delante y afronta con determinación los retos.

- Tras la renovación de su mandato al frente de la sección provincial de UGT es momento de hacer balance del periodo anterior. ¿Cómo han sido los últimos años para el sindicato?
- Durante estos años lo que ha habido es mucho trabajo. Y ha sido así porque ha habido mucho Real Decreto que ha aminorado los derechos de los trabajadores y eso nos ha obligado a una continua lucha, tanto en las empresas como en la propia sociedad. Ha sido un mandato en el que hemos contado con el apoyo de todas las federaciones y todos los aspectos se han abordado desde el consenso, la claridad y la transparencia de cara a la sociedad.

- ¿Cuál es la situación del empleo en la provincia en la actualidad?
- Por desgracia, nos encontramos en una sociedad que, ahora mismo, es muy parecida a la que había hace tres años. Con más de 30.500 parados, de los cuales el 55% ya no cobran absolutamente nada, con mujeres castigadas por el desempleo y con más de 6.000 jóvenes que han tenido que emigrar de Salamanca, según los datos que manejamos en el departamento de juventud de UGT.
Estamos en un momento en el que queremos fomentar y ayudar a la Universidad de Salamanca, que es la industria más importante de la provincia. Estamos pendientes del entroncamiento entre el Hospital Clínico y la Facultad de Medicina. El Hospital nuevo todavía no los vemos acabado y yo pensaba que al final del mandato anterior ya estaría terminado. Además tenemos un deterioro importante de los servicios sociales esenciales.
En fin, estamos en una Salamanca desindustrializada totalmente, por tanto, seguimos con la misma necesidad de luchar: por la derogación de las dos reformas laborales y de todos los decretos restrictivos, además de recuperar todos los derechos que teníamos antes. A partir de ahí, negociar si es necesario un nuevo Estatuto de los Trabajadores adecuado al momento en que vivimos.

- ¿De quién es la culpa de esta mala situación?
- En principio del mal funcionamiento de los bancos. No hablo de España sino de todo el mundo. La depresión viene desde Estados Unidos y de ahí se extiende a Europa. La única diferencia es que en Estados Unidos fabrican papel y en Europa no se puede ya que la señora Merkel no quiere porque es la que más Euro ha financiado. Por eso vienen a proponer los distintos recortes que ha habido y que han producido unos daños irreparables en la estructura social de España y Grecia y lo estamos viendo también ahora en Francia. Una fractura que ha convertido una clase social media en una clase obrera pobre que ni trabajando es capaz de poder cubrir sus necesidades básicas.

- Hay quien habla de recuperación económica y de salida de la crisis. ¿Qué opina?
- Hablan de brotes verdes y de trasatlánticos en el Cabo de Hornos. Lo que yo veo aquí es que teníamos 36000 parados y ahora tenemos 30500 más o menos. El problema es que hemos perdido más de 6000 jóvenes.
Tenemos una población activa menor que entonces. En 2013 teníamos 1,42 activos por cada pasivo, es decir, 1,42 trabajadores por cada jubilado. En este momento, que hay menos paro, tenemos 1,17 activos por cada pasivo. Esto es porque el 40% de las contrataciones que se están produciendo actualmente son a tiempo parcial y uno de cada cuatro suelen ser contratos inferiores a 7 días. Además la mayoría de las veces los salarios son inferiores a los 600 euros porque estamos desarrollando jornadas a tiempo completo con sueldos de jornadas a tiempo parcial.
Por ejemplo, este mes lo llamamos de bonanza porque ha habido más de 300 desempleados menos, pero han hecho falta 8000 contratos. Ahí tienes un ejemplo de los tipos de contrato que tenemos. El 90% de los contratos son a tiempo parcial. Por eso, aunque hay más gente trabajando, la recaudación para la Seguridad Social no aumenta, incluso en algunos casos disminuye.

- ¿Qué hay de la pérdida de derechos por parte de los trabajadores?
- No creo que nos quieran recortar más porque entonces nos van a estrujar. La reforma laboral permite el despido prácticamente de cualquier forma y por muy poco dinero. Con que preveas que vas dejar de tener beneficios, ya puedes reestructurar tu empresa y te puedes saltar el convenio colectivo que quieras. Lo que dicen algunos empresarios, que no todos, es: ?si quieres bien y si no hay 400 esperando?. Sin embargo, últimamente se han dado cuenta de que esto no puede ser así porque es contraproducente, ya que provoca una competencia desleal entre ellos.

- La patronal en Salamanca está dividida. ¿Cómo afecta esto a la contratación?
- Es más un tema de ellos que de los trabajadores o de los sindicatos. Se está sacando un poco de contexto porque lo importante para los sindicatos es la negociación de convenios. Y esas negociaciones nosotros las hacemos con las asociaciones más representativas, ni con Confaes ni con la asociación nueva de empresarios.
Dentro de la nueva confederación, por ejemplo, están la asociación de comercio y la de hostelería. La de hostelería nunca ha estado en Confaes y el convenio siempre se ha firmado con ellos. Y en comercio igual. Con los que nosotros firmamos los convenios es con las propias asociaciones. Negociaremos con los nuevos empresarios en comercio y hostelería y con las asociaciones de Confaes que lo hemos hecho antes, como son la del metal, la construcción o la ganadería. Los que tienen representación, claro.
El problema es una lucha entre ellos. Ambos quieren posicionarse como fuerza más representativa y ellos lo tienen que resolver. La mesa del diálogo social se determina en función de la representatividad, que en el caso de UGT y CCOO viene dada por las elecciones, que son públicas. Confaes lleva negociando 12 años el diálogo social porque va con Cecale. Si fuera representativa no tendría que llevarlos nadie. La ley dice que estarán los sindicatos y las asociaciones de empresarios más representativas.

- ¿Qué nos espera en el futuro más próximo en Salamanca?
- La ciudad está desindustrializada. Sin embargo, hay varios focos importantes de Empleo que están faltos de inversión. Uno de ellos es la Universidad. Un informe realizado entre UGT y el sindicato de estudiantes sobre la influencia de la USAL en Salamanca y otras localidades cercana, arrojó la siguiente conclusión: por cada euro que invierte la Administración en la Universidad, se generan seis euros. Por eso es un buen momento para dotar de medios económicos el departamento de I+D+I de la USAL, que cada vez tiene menos.
La Universidad también está perdiendo flujo porque tiene las tasas más altas de España detrás de Barcelona. Así que mucha gente ha buscado otras universidades más baratas. Esa gente que viene aquí de menos, repercute en la hostelería, en el comercio o en los alquileres. Es un impacto económico muy fuerte.
Otro punto fuerte que tenía la ciudad era el Hospital Clínico Universitario. Y debería seguir siéndolo. Hace no mucho, se pegaban por venir a hacer aquí el MIR y ahora luchan por la nota para no venir. Por lo tanto, habría que recuperar este foco para generar empleo.
No podemos obviar que Salamanca y su provincia está envejecida. La gente mayor necesita cuidados. Por eso pedimos la creación de una cátedra de gerontología con todo su contenido y que así, el servicio que se dé a los mayores y discapacitados sea profesionalizado. Sería otra buena manera de crear empleo y de atraer gente joven a Salamanca. Podríamos convertir Salamanca en una gran residencia de ancianos con personal especializado. El problema es que el tema social en Castilla y León tiene unos recortes enormes.

- ¿Habrá Gobierno?
- Los españoles queremos que lo haya y sería una gran irresponsabilidad que no lo hubiera por parte de quien no lo constituya. Otras elecciones supondrían un gasto importante para un país al que no le sobra. Además, yo creo que no cambiaría mucho el mapa. Nos vamos a quedar otra vez sin esa mayoría absoluta que se podría dar con dos partidos similares. Lo que está claro es que nadie quiere ir con el PP. La solución podría pasar por una abstención de Podemos para que gobierne el PSOE con Ciudadanos.

- ¿Qué opinión le merece el nuevo líder nacional de UGT, Josep María Álvarez?
- Es un hombre de discurso fácil y comprensible con amplio historial sindical. Su desarrollo al frente del sindicato en los próximos años, tendremos que valorarlo después.

- Él mismo dice que su elección demuestra que en UGT no hay ?catalanofobia?. ¿Cómo se ve desde otras federaciones la situación de Cataluña? 
- Si nosotros tuviéramos la fuerza social para reclamar que tienen ellos, otro gallo nos cantaría. Nos quejamos de que ellos piden pero lo que tenemos que hacer es pedir nosotros. Estamos en una región con muchos problemas que nuestros políticos están permitiendo. No puede ser que haya 18 puntos de diferencia entre el PIB de Burgos y el de Salamanca. ¿Cuándo va a llegar la cohesión social?
Habría que ver por qué hemos llegado hasta aquí. A lo mejor no se les debería de haber permitido hablar tanto de independencia para tapar los problemas sociales y políticos que tiene Cataluña. Hay que distinguir entre los partidos que piden el plebiscito y los que piden la independencia. Y habría que decirles que el plebiscito tendría que darse en todo el territorio nacional, que entiendan que están dentro de un país.

- Hay algunos cargos imputados y se han forzado algunas dimisiones en este sindicato y otros a raíz del escándalo de los ERES fraudulentos en Andalucía. En un momento en el que la corrupción está aflorando tanto, ¿cree que esto afecta a la imagen de los sindicatos?
- Sin ninguna duda que afecta. Pero curiosamente, los primeros casos han aflorado cuando era necesario debilitar a los sindicatos. Es verdad que hay personas, miembros de este y otros sindicatos, cuya conducta no ha sido la que correspondía al cargo que ocupaban. Por lo menos aquí en Salamanca, si se descubre algo de eso que tengo la confianza en que no, a esos compañeros habría que separarlos y si es necesario ir al juzgado con ellos. Lo que debe de primar dentro del sindicato es la transparencia, la claridad y el diálogo. Cuando seamos capaces de transmitir esto a la sociedad, muchos jóvenes volverán a afiliarse.

 

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