La urna perdida de Santa Teresa, un tesoro recuperado gracias a los documentos del sepulcro
El Carmelo recrea la pieza que albergó los restos de la Santa antes de 1970 siguiendo la descripción de los documentos hallados en el sepulcro

El legado de Santa Teresa está más vivo que nunca. De su vida, de sus fundaciones y sus escritos se sabe casi todo, pero la apertura del sepulcro en Alba de Tormes ha permitido conocer con más profundidad su figura y todo lo relacionado con su muerte. De hecho, han sido muchas las sorpresas que ha desvelado abrir la tumba de la Santa. Cartas, fotografías, documentos antiguos, joyas y la preciosa urna de plata que guardaba su cuerpo han sido las más destacadas. También ha permitido conocer mejor la figura de la Santa, qué enfermedades tenía y cómo era su cara. Una apertura que sigue atrayendo a cientos de peregrinos a la villa ducal cada semana.
Una de las sorpresas que escondía la urna de plata en el sepulcro eran los documentos. Varias actas notariales manuscritas, la escritura fundacional del convento de Alba, textos escritos por la Santa, … Uno de ellos describe una urna con todo lujo de detalles. Se trata de una pieza que está perdida y que no hay registros de qué fue de ella. Era la que guardó el cuerpo de Santa Teresa hasta que este fue trasladado pasado el 1760 a la pieza de plata donada por los reyes Fernando VI y Bárbara de Braganza.
Con todos los detalles de cómo era la pieza que durante años protegió el cuerpo de la fundadora del Carmelo, los carmelitas han decidido dar a conocer cómo era. Pero ¿cómo hacerlo si desapareció? El prior de la orden en Alba de Tormes, Miguel Ángel González, asegura que han encargado a un artista que represente esa pieza teniendo en cuenta todos los detalles que se describen en el documento hallado junto al cuerpo de Teresa. “Estamos haciendo una imagen visual de cómo era esa urna y hemos encargado a un artista que realice una pintura”, afirma reconociendo que “la urna anterior está desaparecida, se deterioraría y la desecharon, pero está descrita con todo detalle”.
Una pieza que pondrá luz a la historia tras la muerte de la Santa junto con la datación de la urna de plata, informe en el que sigue trabajando el profesor Manuel Hernández y cuyos resultados se incorporarán al libro que detallará todo el proceso de apertura del sepulcro y veneración del cuerpo de Santa Teresa que prepara Miguel Ángel González. Libro que incluirá todos los estudios médicos del cuerpo de la santa, dataciones de las piezas encontradas en el sepulcro, la transcripción de todos los documentos e incluso el análisis de las ropas que vestía la santa.

Un arduo trabajo de documentación que permitirá poner luz a las partes de la historia que menos se conocían, al proceso de su enterramiento, a todo lo que guardaba el sepulcro, las restauraciones de los relicarios. Un libro que dará a conocer lo vivido en Alba de Tormes y que ya es historia de la Santa y del Carmelo.
Y mientras todo esto ocurre, la villa ducal sigue recibiendo peregrinos y turistas atraídas pro la luz que todavía emite Teresa de Cepeda y Ahumada. La apertura del sepulcro y la veneración pública han puesto en primera línea la figura de la Santa y a Alba de Tormes.
Para Miguel Ángel González la apertura del sepulcro de Santa Teresa ha supuesto un antes y un después para la villa. “Siguen viniendo peregrinos tras el tirón que tuvo la veneración de la Santa”, asegura. De hecho, hay muchos grupos de peregrinos “que no pudieron venir durante los quince días de veneración y están viniendo ahora”.
Los peregrinos siguen visitando el museo Carmelitano, las reliquias del corazón y el brazo de Santa Teresa que han vuelto a ocupar los dos laterales del altar de la Basílica de la Anunciación y el sepulcro, donde como novedad, se puede ver la urna de plata, ya que un lateral ha quedado abierto y protegido con un cristal.
“Es una cosa tremenda, hay mucha gente que no ha podido venir y quiere hacerlo ahora, es un número considerable que llama y siguen llegando”, asegura el prior que añade que “seguimos recibiendo muchos testimonios de agradecimiento, nos siguen diciendo que gracias porque el ambiente era muy bueno”. El prior asegura que todo el proceso desde el día que se abrió el sepulcro hasta la veneración pública del cuerpo de la santa “ha sido un fenómeno mundial que nos ha desbordado en el buen sentido, ha sido de una belleza enorme, todo es agradecimiento, un clamor general precioso”, asegura el prior.
Una afluencia de turistas y peregrinos que ha crecido, según los responsables de turismo del Ayuntamiento de Alba. El goteo de visitantes es constante, tanto en el Museo Carmelitano, que ahora como novedad permite ver el sepulcro, con la urna de plata vista desde el camarín de Santa Teresa, como en el resto de los monumentos de la villa ducal.
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