Deteriorada y vieja, La Ancianita, la plaza de toros más antigua del mundo, exige reformas

A pesar de ser Bien de Interés Cultural el coso presenta multitud de deficiencias como goteras y daños en el tejadillo de los palcos, moho y musgo en las piedras, baños rotos y no tiene corrales

Plaza de Toros La Ancianita de Béjar  (26).jpeg
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Suciedad, musgo y moho en piedras y paredes, goteras en los tejadillos de los palcos, baños viejos con azulejos rotos, maderas de los burladeros y las ventanas destrozadas. La plaza de toros más antigua del mundo necesita urgentemente una mejora integral que solucione los problemas que acarrea desde hace años y que se han agravado con el paso del tiempo y la inacción de las distintas corporaciones de Béjar.

La Ancianita, como se conoce a la plaza de toros de El Castañar, es la plaza de toros más antigua de España y está consideradas también la más antigua del mundo ya que fue el primer coso que se utilizó exclusivamente para la lidia en el mundo. Construida hace 314 años, hay referencias de la celebración de festejos taurinos donde se ubica para costear las obras del santuario de Nuestra Señora del Castañar en 1667. Fue el duque de Béjar, Juan Manuel Diego López de Zúñiga Sotomayor, quien autorizó su construcción que concluyó en 1711. Había costado 4.334 reales de vellón.

La plaza fue declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León con categoría de monumento en 1998. Construida en piedra, es un polígono en cuyo interior hay un coso circular. Conserva su perímetro original, los chiqueros y las dependencias autorizada en su construcción. Los tendidos fueron ampliados poco después de su construcción y los toriles fueron reformados en 1747.

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El edificio principal, que data de mitad del siglo XIX, tiene tres plantas que acogen las taquillas, la enfermería, el patio de cuadrillas y el arrastradero. Encima están el palco bajo y la presidencia. En 1962 se llevó a cabo restauración importante por orden del alcalde de la época Ramón Olleros que consideró que la plaza presentaba numerosas deficiencias. En esa época se perdieron los corrales que en la actualidad no tiene. Pero la muerte de Ramón Olleros en un accidente de tráfico hizo que la restauración quedara olvidada hasta 1993, cuando se hizo la última gran obra en el coso bejarano.

Desde entonces, se han hecho mejoras puntuales y puestas a punto cuando había festejos. Esto ha llevado a una situación límite para la plaza que, como se puede apreciar en las fotografías, presenta deficiencias importantes, así como un aspecto general de dejadez debido a la suciedad del tendido, lleno de moho y verdín.

Un simple vistazo al monumento deja ver los problemas. Los días de lluvia los tejadillos de los palcos permiten apreciar las goteras y el mal estado de la cubierta, de la que se han caído multitud de tejas. El tendido está lleno de musgo y moho, así como de trozos de tejas y muchas piedras sueltas. Los baños no se han reformado desde finales del siglo XX lo que hace que estén obsoletos, viejos e, incluso, con azulejos caídos. Las puertas tienen agujeros, las ventanas de la fachada presentan un aspecto deteriorado y la madera de los burladeros está destrozada.

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Todo eso en un monumento que es un importante reclamo para los turistas, de hecho, es uno de los más visitados de la ciudad, sin contar con la importancia histórica y patrimonial que supone para Béjar. Una plaza que es un reclamo turístico, pero que no tiene nada que ver con el aspecto que presentan otras plazas históricas del país.

Una situación que podría solventarse no tardando mucho ya que, el consejero de Cultura de la Junta, Gonzalo Santonja, ha comprometido fondos para su rehabilitación, así como para la construcción de unos corrales. En un acto de la Asociación Amigos de la Plaza de Toros de Béjar, el consejero aseguró que había expresado al alcalde de la ciudad “mi voluntad de hacer una reforma integral. La plaza de toros de Béjar no puede seguir sin corrales, hay piedras que se mueven y hay muchas cosas que reformar, de manera que estamos solo pendientes de que nos llegue un proyecto para ponerlo en marcha”, aseguró. Gonzalo Santonja que añadió que “la financiación está garantizada o sea que sacar la plaza de toros de Béjar adelante es una cosa que solo está en nuestras manos”.

Una propuesta a la que el Ayuntamiento de Béjar responde en positivo. “Vamos a estudiar qué podemos hacer. Creemos que la estructura está bien, así que nos vamos a centrar en los toriles”, asegura el alcalde, Antonio Cámara. Cabe recordar que hace tres años estaba prevista la reforma del tejadillo con un importe total de 150.000 euros que la Junta financiaba en tres años, pero el Ayuntamiento tuvo que devolver la primera subvención que recibió ya que nunca se hizo la obra.

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