Solo un 2,5 por ciento de las mujeres trabaja en el campo en Castilla y León
Mientras tantos, cais un 10 por ciento de los hombres leoneses y castellanos trabaja en este sector
La brecha de género en el sector primario de Castilla y León sigue siendo una realidad palpable, según un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, recogido por la agencia Ical. Apenas el 2,5 % de la población femenina en edad laboral activa de la Comunidad (entre 16 años y la edad de jubilación) trabaja en el campo, una cifra que contrasta drásticamente con el 9,6 % de los hombres. Esta diferencia de más de siete puntos sitúa a Castilla y León como el tercer territorio con mayor disparidad en España, solo superado por Extremadura y Murcia.
Mientras que la región se posiciona como la cuarta comunidad con un mayor porcentaje de su población activa dedicada al sector primario (6,4 %), esta fortaleza se apoya desproporcionadamente en la mano de obra masculina. En el caso de las mujeres, Castilla y León desciende hasta el séptimo lugar, con un 2,5 % que apenas supera en dos décimas la media nacional y se sitúa por debajo de comunidades con mayor representatividad femenina agraria.
El estudio revela que la presencia de mujeres se reduce considerablemente al analizar la ratio entre el empresariado y la población ocupada en el sector primario. Sin embargo, en el lado positivo, las mujeres que colaboran bajo la modalidad de ayuda familiar se concentran en mayor proporción en Castilla y León, junto con comunidades como Aragón, Baleares o Cataluña. No se aprecian diferencias significativas entre sexos en cuanto a la población asalariada.
En el ámbito de las cooperativas agrarias, la brecha de género es especialmente notoria. En Castilla y León, el porcentaje de mujeres socias de primer grado es de tan solo el 18 %, una cifra que nos sitúa a la cola nacional junto a Aragón y solo por encima de Cantabria. La situación es aún más desalentadora en los consejos rectores de cooperativas agrarias, donde la presencia femenina es de apenas un 8 %, muy por debajo de la media nacional (9,6 %) y de regiones como País Vasco (31 %). La cantidad de mujeres que presiden estos órganos es ínfima, solo un 2 %, colocándonos a la cola del país.
A pesar de estas cifras, cabe destacar que la presencia de mujeres en los órganos de dirección de las cooperativas agrarias de Castilla y León, cifrada en un 17 %, está tres puntos y medio por encima de la media nacional, aunque aún por detrás de más de la mitad de las comunidades.
En cuanto a la jefatura de la explotación, la presencia de las mujeres en Castilla y León revierte en parte la brecha de género, al suponer el 28,1%, menos de un punto por debajo de la media nacional (29 %). Esta cifra nos posiciona favorablemente respecto a la media española, solo por detrás de regiones como Galicia, Asturias, Cantabria y Andalucía.
Sin embargo, las diferencias son notables según el tipo de cultivo o actividad. La presencia de mujeres jefas de explotación agraria en Castilla y León es más representativa en sectores como la vitivinicultura y el olivar (31,4 %), cultivos leñosos (30,7 %) y frutales, bayas y cítricos (30,2 %). Por el contrario, se reduce por debajo del 20 % en la mayoría de las actividades ganaderas: bovino de leche (10 %), ovino y caprino (13,9 %) y porcino (15,8 %). Solo las aves (22,9 %) y el bovino de cría y carne (21,8 %) superan esa barrera.
En el entorno de la media autonómica de mujeres jefas de explotación se encuentran los cereales, las oleaginosas y las leguminosas (22,9 %), la horticultura de invernadero (24,2 %), la horticultura al aire libre (27,3 %) y los policultivos (24 %).
También te puede interesar
Lo último