Los agricultores de Castilla y León que tienen problemas para superar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) porque las cabinas de sus tractores no están homologadas a las nuevas exigencias marcadas desde enero, deberán pedir un certificado al concesionario donde los adquirieron, para demostrar que si lo estaban cuando lo compraron, para pasar de forma positiva este trámite.
Esta es la solución propuesta desde la Administración, tras la reunión mantenida ayer por Asaja, responsables de la Consejería de Industria y del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería. Las inspecciones técnicas de vehículos se rigen por una ley de 1978. Desde esa fecha no ha sufrido modificación alguna, simplemente se ha cambiado el manual interno de inspección.
El origen del problema que ahora surge se encuentra principalmente en los tractores de viña, que habitualmente habían pasado todos los años sin problemas las ITV y que desde enero no la superan porque carecen de la homologación que se pedía desde el inicio del año. Un hecho que no se da por igual en todos los centros ITV de la región.
La solución a este problema de muchos viticultores de Castilla y León pasa porque acudan al concesionario donde compraron este tractor y le emitan un certificado de que cuando compraron el vehículo, la cabina, que es el elemento que da los problemas, estaba homologado por la marca en el Ministerio de Industria. Con ese certificado, los agricultores no tendrán dificultades. Todos los tractores y cabinas que fabrican las marcas son registrados y homologados en el Ministerio de Industria en un listado y esos modelos cumplen con la ley.
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