Los agricultores de Salamanca, en jaque por retrasos en la renovación de carnés fitosanitarios
UPA denuncia que la lentitud administrativa impide la compra de productos esenciales para las cosechas.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Salamanca ha alzado la voz ante una situación que está poniendo en serios aprietos a los agricultores de la provincia. A pesar de tener sus carnés de aplicador de fitosanitarios renovados, muchos de ellos se encuentran con la imposibilidad de adquirir estos productos esenciales debido a un fallo en la base de datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
El problema radica en la acumulación de solicitudes de renovación de carnés, cuya vigencia es de 10 años, y que deben renovarse tres meses antes de su caducidad. La mayoría de los cursos para la obtención de estos carnés se realizaron a finales de 2014 y principios de 2015, lo que ha generado un cuello de botella en la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León, encargada de tramitar las renovaciones y transmitir los datos al ministerio.
Este retraso administrativo está teniendo graves consecuencias para los agricultores, que se encuentran en un momento crucial para la aplicación de herbicidas e insecticidas en sus cosechas de secano y regadío. UPA Salamanca advierte que este problema era previsible, dado que en Castilla y León hay cerca de 48.000 carnés que deben renovarse en un corto período de tiempo.
La organización agraria exige a las administraciones celeridad en la renovación de los carnés y, mientras tanto, que se permita a los establecimientos de venta de fitosanitarios suministrar los productos necesarios a los agricultores que hayan solicitado la renovación de su carné, un hecho fácilmente demostrable.
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