Castilla y León, bastión de la conservación del buitre

Los últimos diez años se han llevado acciones que han permitido mitigar alguna de las amenazas que sufren estas especies en la Comunidad

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Buitre | Junta de Castilla y León

Coincidiendo con el Día Internacional del Buitre, la Junta de Castilla y León ha hecho públicos los resultados de sus seguimientos de aves carroñeras, reafirmando el papel crucial de la comunidad en la conservación de estas especies. Los datos, recopilados por técnicos, agentes medioambientales y la Fundación Patrimonio Natural, muestran la evolución de las poblaciones y las acciones clave para su protección.

Los buitres, con su función vital como "limpiadores" de ecosistemas, previenen la propagación de enfermedades y contribuyen a la sostenibilidad. Sin embargo, su supervivencia se ha visto amenazada históricamente por venenos, electrocuciones, pérdida de hábitat y escasez de alimento. España alberga las mayores poblaciones del Paleártico occidental, y Castilla y León es un pilar fundamental en su conservación, con una presencia significativa de buitre leonado, alimoche y buitre negro.

Tendencias poblacionales y logros de conservación

El seguimiento anual de 2024 revela tendencias variadas. El buitre negro muestra un crecimiento notable, alcanzando las 740 parejas en la comunidad, distribuidas en nueve núcleos de nidificación. Por primera vez, se han registrado parejas reproductoras en la orilla salmantina de los Arribes del Duero. La provincia de Ávila lidera la población, seguida de Segovia y Salamanca.

El buitre leonado también presenta una tendencia positiva, con 2.461 parejas reproductoras localizadas en 2024. Su población ha crecido de manera significativa en las últimas dos décadas, en línea con el aumento a nivel nacional.

En un hito histórico, se ha confirmado el nacimiento de un pollo de quebrantahuesos en libertad en el Moncayo soriano, lo que marca el regreso de esta especie al Sistema Ibérico tras más de cien años de ausencia. Este logro es fruto de los programas de reintroducción en los que la Junta participa activamente en Picos de Europa y Gredos.

Por otro lado, la situación del alimoche es más delicada, con una tendencia poblacional desfavorable en varias áreas de control, lo que subraya la necesidad de intensificar los esfuerzos de conservación.

Acciones para garantizar la supervivencia

La Junta de Castilla y León ha implementado una serie de medidas para proteger a los buitres. Entre las más destacadas se encuentran la lucha contra el veneno, la adaptación de tendidos eléctricos peligrosos y el desarrollo de planes de gestión en espacios protegidos. Además, en 2013 se estableció la Red de Alimentación de Necrófagas para asegurar el suministro de alimento, y se han definido zonas de alta sensibilidad en proyectos de energía eólica para mitigar el impacto en estas aves.

Los centros de recuperación de animales silvestres y los proyectos de reintroducción, como el del quebrantahuesos, son también pilares de esta estrategia. El trabajo continuado de monitoreo y la investigación son esenciales para entender la biología de estas especies y asegurar su supervivencia a largo plazo.

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