Del centenar de garzas reales, al descubrimiento del ‘Avetorillo’, la introducción de la ‘Espátula’ o la desaparición del ‘Avetoro’ y el ‘Morito’: especies de garzas "vecinas" de Salamanca

En la capital, el ornitólogo salmantino de Aquila Naturaleza, Guillermo Cordero indica que “en el Puente Romano se puede ver muy bien tanto a la garza real como a la garceta común", y luego "por las noches es muy típico, cuando ya el sol está caído ver garcillas bueyeras". También se puede avistar por las noches al avetorillo

Garza Real. Foto Guillermo Cordero | Aquila Naturaleza
Garza Real. Foto Guillermo Cordero | Aquila Naturaleza

La capital del Tormes, Salamanca, se ha convertido en la provincia de Castilla y León más conservadora de especies de garzas reproductoras. Paseando por las orillas del río, el Puente Romano y en algunos puntos de la provincia se pueden divisar hasta ocho especies de garzas diferentes, según indica el ornitólogo salmantino de Aquila Naturaleza, Guillermo Cordero, en una entrevista concedida a Salamanca24horas, donde además de desgranar las diferentes familias de garzas que habitan en Salamanca, explica cómo interfiere el cambio climático en su asentamiento en la provincia, además de la alimentación, incluso el motivo de la desaparición de algunas de estas aves. También se describe cómo es su conservación y en qué lugares de la capital y la provincia pueden observarse diariamente.

De entre las ocho especies de garzas "vecinas" de Salamanca, la Garza Real es “la especie reproductora más importante que tenemos”. Se trata de una garza de color gris, que según indica Guillermo se puede encontrar en el Puente Romano durante un paseo: “Hay varios cientos de parejas de esta especie, por lo que dentro de lo que cabe se encuentra en una buena situación”.

Por número de ejemplares, la siguiente especie más habitable es el Avetorillo. Su nombre se debe a que el sonido del reclamo de esta ave recuerda al mugido de una vaca. En cuanto a su presencia en tierras charras, el ornitólogo de Aquila Naturaleza explica que “no es un ave muy común, aunque posee una población más o menos estable, que está prácticamente centrada en el río del Tormes y en el río Águeda. La mayor parte de los ejemplares se han ido a África y vienen ahora, pero desde hace muchos años se ha observado que hay una población que es sedentaria, que está siempre aquí y que se la puede ver durante todo el año”.

Respecto al avetorillo ronda una curiosidad, desgranada en la revista de divulgación ‘Quercus’, donde otro veterinario y ornitólogo de Salamanca, Carlos Aldea ha descubierto junto a su equipo de trabajo que tiene hábitos pescadores. Además, este pájaro que come peces, ranas e insectos, captura a sus “víctimas” y las deja en el agua usándolos como cebo para poder pescar. Esto es algo, según G. Cordero, que hace “singular” a esta especie: “De algún modo es inteligencia, eso es una herramienta, hay muy pocas aves en el mundo que fabriquen y utilicen una herramienta como esta”.

Garceta Común
Garceta Común. Foto Guillermo Cordero | Aquila Naturaleza
Otra de las especies reproductoras que habitan en Salamanca, aunque “es muy escasa”, es la Garcilla Bueyera: “Se trata de un pájaro blanco, que ha aprendido también a alimentarse de forma inteligente posada encima de ciertos animales como los elefantes en África, o las ovejas aquí en España, ya que al andar sobre el pasto levantan los saltamontes, los escarabajos y demás insectos. La garcilla también tiene una cosa curiosa que es que sigue a los tractores porque cuando están arando ponen al descubierto las topilleras de los topillos capturándolos”. De esta especie, según detalla Cordero, hay una pequeña población en Ledesma.
La cuarta especie de garzas que habita en Salamanca es la Garceta Común, que también es “muy escasa como reproductor. Hay pocas parejas”. Se trata de una garza blanca, de mayor tamaño.
El Martinete es también otra de las especies que se puede observar en Salamanca, y que en este caso “es una garza nocturna”, que se puede escuchar por el río Tormes, en la capital, durante la noche.

La sexta se trata de la Espátula, que se introdujo en la provincia salmantina el año pasado, que cría como reproductora, y que se llama así porque tiene el pico en forma de espátula. Su asentamiento se encuentra por la zona del Campo Charro: “Es una especie que el año pasado empezó a criar por primera vez. Es probable que como la principal colonia estaba en Doñana, que está completamente seca, parte de esos ejemplares que no han sido capaces de criar allí porque no hay agua, se hayan venido hacia otras zonas de España. Por eso, es posible que alguna pueda provenir de esas colonias fracasadas de Doñana”.

Garceta Grande
Garceta Grande. Foto Guillermo Cordero | Aquila Naturaleza

Luego hay otra especie, que es la séptima, que es la Garza Imperial que es “una reproductora muy escasa”, que “siempre hace los nidos en plataformas como las eneas y los juncos en las riberas de los ríos”.

La última y octava de las garzas es la Garceta Grande, “una especie que hasta hace 20-25 años estaba en la zona de Turquía, desde entonces se ha ido colonizando de forma natural en todo el Mediterráneo, y ahora ya está criando en España, aunque en Salamanca todavía no se le conoce ninguna cita de cría, siendo, por tanto, un colonizador natural que todavia aquí es una especie no reproductora, que ya la podemos ver por el río y que no es muy común”, aclara G. Cordero.

Interferencia del cambio climático en el asentamiento de las garzas en Salamanca

De entre estas ocho especies las que son estivales, que solo habitan en Salamanca en la época de reproducción, son el avetorillo y el martinete, aunque algunas de ellas se quedan. Estos son, según indica el ornitólogo de Aquila Naturaleza, “ejemplares que con el cambio climático ya se están quedando en Salamanca”.

Al mismo tiempo, “no todos los ejemplares de la población se reproducen luego, pero sí que es cierto que algunos ejemplares poco a poco están empezando a quedarse todo el año, ya no se van a África. Como algunas especies lo que hacen es comer topillos, antes con el frío los topillos se escondían y había menos disponibilidad de comida, pero como ahora estos inviernos que hay son muy suaves, han encontrado nuevas fuentes de comida como también hemos introducido nuevas especies exóticas de peces”.

Otra de las características del martinete, según Cordero, es que “es la más sensible a las molestias, ya que cuando hay gente alrededor del nido, que está en los árboles, lo abandonan”.

Garza Real
Garza Real. Foto Guillermo Cordero | Aquila Naturaleza

En el caso de la garza real, “hay una población que es estable, sedentaria, y luego, por ejemplo, en invierno vienen muchas aves que se sabe que vienen desde Europa, desde donde recibimos garzas reales. Luego, los ejemplares de garza real se van todas a África, de estas no queda ninguna, de las pocas parejas que crían en Salamanca todas se van a África o al sur de España. Ya, a partir de marzo más o menos regresan, están aquí, crían y en agosto o septiembre se vuelven otra vez hacia el sur”.

Respecto a las otras especies, Cordero aclara que la introducción de la espátula en Salamanca “ha sido probablemente una pura huida, una parte pueden ser ejemplares que han venido de Extremadura, que están relativamente cerca, y que se han ido expandiendo. Oros probablemente sean ejemplares de Doñana que literalmente han tenido que buscar nuevas zonas de cría. Y la garceta grande que es la que venía de la zona de Turquía, toda esa zona de Asia Menor, son expansiones naturales, que es un poco independientes del clima. Entonces, en principio, son dinámicas naturales de especies, algunas avanzan, otras que retroceden, pero eso de forma natural.

Luego está el impacto que tiene el ser humano sobre las aves, que limita, por ejemplo, sus zonas de cría, algunas mueren chocando con tendidos eléctricos. También pierden su hábitat muchas veces cuando sucede algo muy típico, que es eliminar la vegetación de ribera porque pensamos que es suciedad y lo que estamos es eliminando el hogar de estas especies”. Por tanto, según este experto, las garzas, ‘vecinas’ de Salamanca “tienen varios factores de amenazas”.

Especies de garzas que han desaparecido de la provincia de Salamanca

El ‘Avetoro’ y el ‘Morito’ son dos especies de garzas que anteriormente habitaban en Salamanca, pero que ya no crían. En este aspecto, Cordero desgrana que “el avetoro es una especie que ha desaparecido como reproductora de Salamanca y que muy puntualmente se la puede ver, aunque hace muchos años que no hay citas de reproducción. Es una garza grande, de color marrón, que crían también entre la vegetación, en las eneas y los carrizos”.

También, “puntualmente” hay uno que se llama ‘Morito’: “Es una garza de color oscuro, con un pico curvado, como una hoz, que se ve de muy vez en cuando, sobre todo a ejemplares jóvenes”. Y, luego, aunque Guillermo reconoce que “no es una garza”, pero que “de vez en cuando sí se dejaba ver alguno por Salamanca” está el ‘Flamenco rosado’: “Es rarísimo verlo, pero de vez en cuando se ha podido avistar alguno, sobre todo los que se ven son ejemplares jóvenes que hacia finales de agosto se independizan, han criado en Fuente de Piedra, que está en Málaga, o en alguna laguna de Castilla-La Mancha, y a veces lo que ocurre es que como estas lagunas se secan, los ejemplares se buscan la vida y de vez en cuando algún joven un poco despistado y, no sé si con mucha suerte, de repente caen en Salamanca y los podemos ver, sobre todo en Azud de Riobos, aunque creo que de ellos pocos deben regresar con vida porque este no es un hábitat adecuado para su alimentación”.

Avetoro Común. Foto EP
Avetoro Común. Foto EP

En cuanto a la conservación de las diferentes familias de garzas, Cordero manifiesta que “son los agentes medioambientales los que hacen el censo de aves. Ellos y la Junta de Castilla y León conoce las poblaciones de estas especies muy bien, y yo sé que los agentes medioambientales están trabajando mucho y muy bien para la conservación de las diferentes especies. Se trata de gente más joven, más campera, y más sensible que hacen censos de aves para conocer su evolución”.

Dónde se pueden ver los diferentes tipos de garza en Salamanca

Respecto a los lugares donde habitan cada una de estas especies, G. Cordero insiste en que su asentamiento “depende de lo que coman”. Es por ello por lo que “como la mayor parte son aves pescadoras, están en el entorno de los ríos, lagunas y embalses”.

No obstante, advierte de que “la garcilla bueyera puede comer ratones cuando el tractor ara, ya que lo que hace es levantar las madrigueras de ratones y/o topillos. También al seguir a las ovejas comen insectos y luego, por ejemplo, ahora mismo están terminando de recoger el maíz, entonces como están muchos meses en el campo es un sitio bueno para criar. También, las garzas reales, que es la mayor de todas las garzas europeas, son en este aspecto una especie bastante oportunista que van siguiendo los tractores y van comiendo los ratones que quedan al descubierto al cosechar”.

En la capital, Cordero indica que “en el Puente Romano se puede ver muy bien tanto a la garza real como a la garceta común, y luego por las noches es muy típico, cuando ya el sol está caído, a punto de hacerse de noche, pasan grupos de garcillas bueyeras, que a veces pasan la noche durmiendo en los árboles que hay en las islas, entonces las ves pasar por encima del puente porque van a sus dormideros.

El avetorillo también se puede ver sobre todo por la noche, por tanto, el Puente Romano es en general un buen sitio donde puedes ver hasta cinco especies de garzas en Salamanca casi todos los días”.

 

 

 

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