Crisis en el piñón de Castilla y León: el sector demanda ayuda urgente ante la plaga y la caída de producción

El sector del piñón en Castilla y León atraviesa una situación "crítica" debido a la plaga del chinche ('Leptoglossus occidentalis') y una drástica caída de la producción. Representantes de administraciones públicas, investigadores, propietarios forestales y la industria transformadora se reunieron en una mesa de trabajo para abordar la crisis y consensuar un paquete de demandas que hoy mismo serán elevadas al Consejo Forestal Nacional en Madrid.

Plaga, trazabilidad y denominación de origen, puntos clave del debate

El encuentro puso de manifiesto la grave amenaza que el 'Leptoglossus occidentalis' representa para el piñón, con una previsión de pérdida de producción que podría extenderse al menos por los próximos tres años. La necesidad de avanzar en sistemas de trazabilidad, el desarrollo de herramientas objetivas para valorar los aforos (estimación de producción en árbol) y la diferenciación del piñón castellano y leonés en los mercados fueron los principales temas abordados.

Impulso a la investigación y lucha contra el comercio ilegal

Uno de los acuerdos más importantes es la necesidad de reforzar la inversión en investigación. Esto incluye optimizar la síntesis del leptotrieno, una feromona que, aunque no erradicará la plaga, permitirá entender mejor su dinámica poblacional. También se busca fomentar líneas de control biológico mediante parasitoides, hongos o nemátodos, opciones más sostenibles y viables en masas forestales donde los tratamientos químicos son inviables.

El sector industrial, por su parte, urgió la implantación de un sistema de trazabilidad homogéneo a nivel nacional. Esto es crucial para combatir el comercio irregular de piña entre comunidades autónomas y dificultar la legalización de piñas robadas o recolectadas de forma prematura.

Hacia la Denominación de Origen y un futuro incierto

Un punto con amplio respaldo fue la propuesta de iniciar los trabajos para el reconocimiento de una denominación de origen del piñón de Castilla y León. Esta iniciativa busca reforzar el valor añadido del producto y distinguirlo de importaciones de menor calidad, ofreciendo una esperanza a largo plazo para el sector.

La situación a corto y medio plazo es preocupante. Tanto propietarios como transformadores advirtieron de una merma drástica de la producción: apenas se registran 8 piñas nuevas por pie, frente a las 300 de campañas anteriores. El efecto del 'Leptoglossus occidentalis' sobre piñas jóvenes, ramillas y brotes amenaza con dejar a la región sin producción comercial durante al menos tres años.

Avances normativos y herramientas de aforo

Durante el encuentro, se informó sobre el reciente Decreto 5/2025, de 27 de marzo, que regula el régimen jurídico de los aprovechamientos forestales en Castilla y León. Este texto agiliza trámites mediante la tramitación telemática obligatoria y la figura de la declaración responsable, además de contemplar la retirada de vehículos utilizados en actividades ilegales de recolección.

Finalmente, la Asociación para la Protección del Pino Piñonero, junto al INIA-CSIC y el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Valladolid, presentó avances en una herramienta de cálculo objetivo de aforos. Esta herramienta, que estima el volumen de piña producida en cada monte, será presentada oficialmente el 22 de octubre en La Zarza (Valladolid), en el marco del proyecto europeo IMFOREST, que promueve la bioeconomía forestal.

Todas las propuestas y acuerdos alcanzados en esta Mesa Regional del Piñón serán presentados hoy en el Consejo Forestal Nacional. Cesefor, como representante del sector de productos forestales no madereros, y el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC) llevarán la voz del sector para lograr una mayor implicación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en la resolución de esta crisis. Desde la Junta de Castilla y León se ha agradecido la activa participación y reiterado el compromiso de seguir trabajando por la sostenibilidad, el desarrollo económico y la protección de los recursos forestales no madereros.