El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA) cuenta con un auténtico laboratorio al aire libre para la experimentación de científicos y empresas en el ámbito de la agricultura y la ganadería: la Finca Experimental Muñovela. Este centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ofrece a investigadores públicos y privados estas instalaciones ubicadas en Barbadillo, en una zona de dehesa situada a 15 kilómetros de la capital salmantina para realizar proyectos de investigación además de asesoramiento para llevarlos a cabo. El objetivo de la finca es “dar soporte técnico a proyectos de investigación de interés agrícola liderados por investigadores de organismos públicos de investigación o profesionales de empresas privadas pertenecientes al sector agrícola”, explica a DiCYT el director del IRNASA, Juan Arellano.
 
La superficie de 70 hectáreas alberga ensayos con cereales, oleaginosas, leguminosas y pratenses. Las investigaciones que se llevan a cabo con estos cultivos son muy variadas: los científicos analizan su valor agronómico, su adaptación a situaciones ambientales adversas, el uso de cultivos bioenergéticos, la producción de cereales híbridos, la aplicación de biofertilizantes, la biodiversidad vegetal, la microbiota del suelo, la enmienda de suelos con residuos orgánicos y otros estudios medioambientales. Por eso, la Finca Experimental Muñovela cuenta con superficies de secano, de regadío, prados y encinar, además de ganado bovino autóctono de raza morucha y ganado ovino, cuya presencia contribuye a hacer rentable la finca.
 
Los primeros en realizar investigaciones en ella son los propios científicos del IRNASA. “Tenemos la posibilidad de investigar en condiciones naturales en el campo”, destaca la investigadora Rosa Morcuende. Los cereales son los cultivos con los que se realiza un mayor número de ensayos, ya que son los más extendidos en la zona. “Investigamos variaciones en la disponibilidad de nitrógeno en el suelo y simulamos los problemas que traerá el cambio climático en un futuro, como aumento de CO2 o la elevación de la temperatura”, señala la experta del CSIC.
 
Ejemplos de investigación
 
Otro ejemplo de las investigaciones que se pueden realizar en la finca de experimentación es la línea de investigación de Íñigo Zabalgogeazcoa, otro investigador del IRNASA. “Hemos utilizado esta finca durante varios años para una serie de estudios sobre hongos endófitos de gramíneas. También hemos producido semillas para otros estudios, por ejemplo, ahora estamos realizando un estudio en colaboración con un grupo finlandés. Creemos que podemos mejorar variedades ya existentes de gramíneas, de tal forma que en un futuro sea necesario un menor uso de insecticidas, de herbicidas y de fertilizantes”, agrega.
 
Las puertas del IRNASA y de la finca están abiertas para los científicos de otros centros de investigación y para cualquier empresa del ámbito agroalimentario que busque innovaciones o realice proyectos de I+D+i que la hagan ser más competitiva. Además de utilizar parcelas para sus ensayos, pueden recibir asesoramiento de su ingeniero agrónomo y su personal altamente cualificado tanto para llevar a cabo las investigaciones, como el seguimiento de los cultivos de experimentación y la elaboración de informes técnicos. Asimismo, la Finca Experimental Muñovela cuenta con maquinaria, aperos, naves, edificaciones y todas las infraestructuras necesarias para los trabajos agrícolas y ganaderos.

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