Los ganaderos salmantinos aseguran que “son más las bajas que los casos declarados de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica”

Mientras que lamentan que “la Administración está haciendo la vista gorda, ocultando la realidad y tapando los animales que hay afectados”, cuando según ellos "Salamanca está infectada de casos"

Vaca con síntomas en una explotación de Cipérez
Vaca con síntomas en una explotación de Cipérez

Tres semanas han pasado ya desde que se detectara en la provincia de Salamanca el primer foco de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) en una explotación de la Encina de San Silvestre, ubicada en la comarca de Ledesma.

Desde entonces no han dejado de sumarse casos en toda la provincia. De hecho, tal y como ratifican ganaderos a SALAMANCA24HORAS son ya muchas las explotaciones que diariamente encuentran nuevos animales afectados, algunos de ellos muertos, como en la zona de Zamayón, Barruecopardo, Vitigudino, Ledesma, El Cubo de Don Sancho o Villaseco entre otras. Casos que ni la Junta de Castilla y León, ni tampoco el Ministerio de Agricultura y Ganadería han notificado todavía, cuando según los ganaderos "Salamanca está infectada de casos".

Es por ello por lo que los ganaderos lamentan que “la Administración está haciendo la vista gorda, ocultando la realidad y tapando los animales que hay afectados”. A la vez que aseguran que “son más las bajas que los casos declarados realmente” y que “no se están informado de los casos porque no existe un registro al no haber un control”.

Después de que este medio se hiciera eco hace 12 días exactos de cuáles eran los síntomas que podrían hacer saltar las alarmas de que un animal tuviera la EHE, así como las condiciones a las que ahora tendrían que hacer frente los ganaderos en caso de querer mover los animales, sobre todo para vida, tras hablar con el Colegio de Veterinarios de Salamanca, las nuevas informaciones respecto a esta enfermedad siguen siendo una “incógnita” que hace tambalear al sector.

“La desinformación por parte de la Administración hace que estemos acojonados, porque estamos viendo lo que está pasando a través de las redes sociales y gracias a los ganaderos de Extremadura”, afirman Samuel Hernández, José María García y Pascual Hernández, ganaderos de vacuno en Saldeana, Cipérez y Zamayón.

En el caso concreto de Samuel, el ganadero más joven de los tres, que encara este 2023 su quinto año al cargo de la explotación, explica que, aunque ahora mismo no tiene ningún animal afectado, tiene una gran “preocupación”, al sí haber muchos animales infectados en su zona.

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Samuel Hernández, ganadero en Saldeana (Salamanca)

Aparte de la preocupación por el estado de salud de los animales, Samuel recalca la “inestabilidad que vive el sector con la vacuna de la lengua azul, los saneamientos y ahora la EHE. A lo que hay que sumar el coste de los animales y la cantidad de trabas burocráticas que nos imponen a los ganaderos”.

La lengua azul, no sale a relucir de la mano de la EHE por casualidad. Además de la semejanza entre ambas enfermedades en cuanto a los síntomas que presentan los animales, la lengua azul sigue estando muy presente porque el ganado bovino sigue vacunándose, pese a que, según advierte José María “las vacas no muestran normalmente ningún signo clínico de la enfermedad, pueden solamente actuar como portador”. Es por ello, por lo que reconoce que “no entiendo porque seguimos poniendo esta vacuna”.

Respecto a la lengua azul, Pascual Hernández, ganadero de Zamayón, uno de los municipios más afectados, en la actualidad, por la EHE culpa directamente, al igual que otros ganaderos de la provincia, a la vacuna de la lengua azul como la causante de la EHE. Recalcando además que “todos lo casos que se están dando son solo en vacas, no afectando a los terneros”. Y respaldándose en que “la EHE saltó en Extremadura antes que en Salamanca porque allí se vacunó antes de la lengua azul que aquí”.

Vaca muerta, afectada por la EHE en Zamayón
Vaca muerta, afectada por la EHE en Zamayón

En concreto, Pascual que es uno de los ganaderos más castigados por la EHE afirma que “se me están muriendo muchas vacas”, mientras lamenta que “no podemos hacer nada porque no hay ningún tratamiento efectivo contra la enfermedad. Lo único que le estamos poniendo a las vacas es un insecticida en el lomo para que no vayan las moscas, pero siguen yendo igual". También, Samuel matiza que se está aplicando un antiinflamatorio a las reses con síntomas para que no se le cierren las vías respiratorias y digestivas".

Otros ganaderos están aplicando tratamientos “preventivos”, bañando a las vacas con repelentes de mosquitos, aunque matizan que “no sabemos si funciona o no porque no hay una base científica que lo asegure”.

Lo que está claro es que, según manifiesta Samuel Hernández, “esta es una enfermedad que llega y provoca unas pérdidas terribles, abortos, animales que se quedan sin apetito y que tardan mucho en recuperarse, que no crían a los terneros”. A lo que añade que “la enfermedad es como el Covid. Es un virus que lo trasmite el mosquito, según nos han dicho, y que en función de la carga viral lo aguantan las vacas o no”.  

En el caso de la vaca afectada perteneciente a la explotación de José María, en Cipérez, el animal se encontraba desinsectado cuando contrajo la enfermedad: “Supimos que tenía la EHE porque le notamos que caminaba raro, enfosada, se le secaron las mucosas y la lengua, y como tenía dolores no comía, ni tampoco bebía”. La vaca fallecida de Pascual tenía “el hocico y la lengua negra, y estaba llena de mocos”.

Vaca con síntomas en una explotación de Cipérez
Vaca con síntomas en una explotación de Cipérez
Vaca con síntomas de EHE en una explotación de Cipérez

Ahora solo queda esperar a que el Ministerio de Agricultura y Ganadería, y la Junta de Castilla y León se pronuncien al respecto, algo que los ganaderos ponen en duda. Mientras José María certifica que “las unidades veterinarias nos han dicho que la Administración no va a decir nada”.

Todo ello después de que diferentes asociaciones ganaderas de Salamanca y Castilla y León, como ASAJA, UPA o '19 de Abril' lleven clamando desde hace semanas a la Junta un protocolo para que puedan afrontar los casos de esta enfermedad. De hecho, en uno de los comunicados, la Asociación 19 de abril, a primeros de agosto, apuntaba como “sumamente importante” que “ante el avance de la enfermedad y el desconocimiento por ser nueva aquí”, el ganadero disponga de información que le permita conocer y detectar los primeros síntomas en el ganado infectado, cómo actuar ante esos síntomas y cómo afectaría la confirmación de nuevos casos a las explotaciones de la zona, unidad veterinaria o provincia.

También, el presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, ha criticado la “falta de interlocución” y de “capacidad de reacción” de la Junta ante la “eclosión” de esta enfermedad. Pidiendo, asimismo, “mayor eficacia y capacidad de respuesta a la Consejería, así como una interlocución fluida con las opas", ya que “por desgracia, el caso de la EHE no es el primero en el que sus responsables van a remolque, dejando al sector desamparado”, señaló Dujo.

A su vez, UPA ha solicitado una "reunión de urgencia y en exclusiva" por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería para tratar las epizootias en el sector. "Creemos que esta situación es lo suficientemente importante como para que los políticos paralicen sus vacaciones y se pongan al frente, ya que no han tomado ninguna medida preventiva o creado ningún protocolo", señalan desde el sindicato. 

Una reunión, que según confirma el presidente de ASAJA en Salamanca, Juan Luis Delgado tuvo lugar hace una semana con todas las organizaciones ganaderas "donde nos dieron una información que no es suficiente. Nosotros solicitamos información puntual y que se haga un seguimiento de los casos tratados y de las muertes". 

 

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