Nuevo plan del Duero (2028-2033): menos regadíos y población estable, el resumen del próximo ciclo hidrológico
En concreto, el análisis económico y de recuperación de costes prevé tan solo 18.962 nuevas hectáreas de riego y 24.955 de modernización, cifras que contrastan fuertemente con las 27.203 y 96.543 hectáreas, respectivamente, programadas en el ciclo actual
El nuevo Plan Hidrológico para la cuenca del Duero, que abarca el periodo 2028-2033, entra en fase de elaboración a finales de este mes. Los documentos iniciales sobre los que se basa esta planificación, analizados tras el cierre del plazo de alegaciones, contemplan una ambición significativamente menor en las proyecciones de nuevas actuaciones en regadíos en comparación con el ciclo actual.
En concreto, el análisis económico y de recuperación de costes prevé tan solo 18.962 nuevas hectáreas de riego y 24.955 de modernización, cifras que contrastan fuertemente con las 27.203 y 96.543 hectáreas, respectivamente, programadas en el ciclo actual. A pesar de esta reducción, el informe asegura que la implementación de las medidas de regadío de ambos ciclos permitirá estabilizar la demanda del sector en 3.251 hectómetros cúbicos al año, apenas un 0,6 por ciento más que el periodo anterior. Este dato sugiere que no se prevén nuevas actuaciones en regadíos más allá de 2039.
Otro aspecto destacado es el ahorro de agua. El documento precisa que la modernización de regadíos en el ciclo actual generó un ahorro de 138,13 hectómetros cúbicos, mientras que para el próximo ciclo solo se prevé un ahorro de 30,79 hectómetros cúbicos. Este hecho se suma a la previsión de un crecimiento en la demanda industrial, que aumentará en valores cercanos a ocho hectómetros cúbicos al año para 2039 (un 18 por ciento más), si bien la demanda de abastecimiento urbano se mantendrá en niveles cercanos a los actuales, alrededor de 250 hectómetros cúbicos.
El Plan también contempla una "estabilización" de la población de la cuenca, manteniendo el nivel de 2022 tanto en 2033 como en 2039. Se espera que un saldo migratorio positivo compense la caída del crecimiento vegetativo, aunque se advierte que no se reducirá la despoblación y que la población tenderá a concentrarse en los grandes núcleos urbanos. Esto, unido al progresivo descenso de la dotación diaria por habitante, lleva a la expectativa de que se reduzca el uso urbano de agua para abastecimiento.
Respecto a la recuperación de costes, el Plan estima que superará el 65 por ciento considerando los costes ambientales, situándose en un global del 67 por ciento, por encima del 59 por ciento del ciclo actual, debido al canon hidroeléctrico. En usos como el agrario y el urbano, el grado de recuperación se prevé en el 55 por ciento. En el sector hidroeléctrico, esta recuperación alcanzará el 200 por ciento por la consideración de los ingresos derivados de los cánones.
El proceso del Plan Hidrológico, cuya fase de información pública generó 21 escritos de alegaciones sobre 140 cuestiones distintas, continuará con la publicación de los documentos iniciales consolidados. Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) han asegurado que las proyecciones, especialmente las de demandas de agua y los datos económicos (con base 2022), se actualizarán en la fase del plan hidrológico con nueva información, como el marco normativo de la PAC y los objetivos de energías renovables.
Por su parte, el presidente de Asaja, Donaciano Dujo, ha denunciado que "se planifica mucho menos" y ha exigido que el nuevo plan se apruebe con un amplio consenso. El líder agrario ha advertido que el plan debe incluir fórmulas para elevar la superficie de regadío en Castilla y León para acercarla a la media nacional del 23 por ciento, señalando que quedan por modernizar 150.000 hectáreas. Además, ha criticado que el nuevo documento no aborde la recarga de acuíferos para evitar la reducción de concesiones a los regantes.
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