El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha anunciado una modificación de la normativa de la miel que exigirá a los productores informar sobre los países de procedencia y el porcentaje de cada uno en la composición del producto. Esta medida, pionera en la Unión Europea, busca proteger la calidad de la miel española, aumentar la transparencia para los consumidores y reforzar la competitividad del sector apícola nacional, tal y como recoge la Agencia Europa Press.
La nueva normativa obligará a los productores a indicar en el etiquetado el porcentaje de miel procedente de cada país en el caso de las mezclas. Esta medida permitirá a los consumidores conocer con exactitud el origen de la miel que consumen y tomar decisiones informadas.
La modificación de la normativa también eliminará la variedad de "miel filtrada" y prohibirá la venta al consumidor final de mieles a las que se les haya retirado una parte significativa del polen. El polen es un componente clave de la miel que proporciona información valiosa sobre su origen botánico y geográfico. Esta medida busca garantizar que la miel que llega a los consumidores conserve sus propiedades naturales y su vínculo con el origen.
Con esta modificación, el Gobierno español pretende proteger y aumentar la competitividad de las mieles de origen español, que gozan de un gran reconocimiento por su calidad. Al dotar al mercado de mayor transparencia e información, se busca posicionar los productos españoles frente a las mieles importadas y reforzar el mercado nacional.
La miel española es un producto de alta calidad que se caracteriza por su diversidad de sabores y aromas, que varían en función de la floración de la que procede. España es uno de los principales productores de miel de la Unión Europea, con una larga tradición apícola. La nueva normativa refuerza el compromiso del Gobierno con la calidad de la miel y la protección de los consumidores y productores.
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