Un apicultor salmantino ha sufrido un ataque contra sus colmenas situadas en la provincia de Cáceres, cerca de Plasencia. En concreto, a finales de mayo se encontró con las 98 colmenas de la explotación tapadas. El asentamiento aunaba cerca de 10 millones de ejemplares. Así, se han perdido unos cinco bidones de miel de primavera más otros tres de la posible cosecha de septiembre, lo que supone una pérdida de 21.000 euros.
Por sucesos como este, las asociaciones del sector exigen urgentemente que se proteja a la abeja como agente polinizador fundamental, a los apicultores como agentes fijadores de la población al medio rural y, en general, la actividad apícola “como generadora de sustento económico para cientos de familias”, según apunta ASAJA a través de un comunicado.
Por todo ello, los apicultores piden a la Administración que vigile estos actos vandálicos a través de los grupos Roca - Seprona de la Guardia Civil. También se insta al Ministerio de Agricultura y a las Comunidades que trabajen de manera conjunta en la modificación del Real decreto 209/2002. El objetivo es que establezcan un régimen de distancias entre asentamientos apícolas en ámbito nacional. De este modo, desaparecerían las actuales normativas locales y autonómicas relativas al área de pecoreo que están en el origen del problema.