Por este motivo, la organización exige a las industrias de elaboración de piensos que repercutan ya a los ganaderos y en la misma proporción el actual descenso del valor económico de las materias primas que se utilizan en su composición. De la misma manera, piden a las fábricas de piensos que al igual que encarecen los piensos cuando se producen subidas en la cotización de cereales, lo bajen cuando el precio de éstos desciende.
Ante la situación actual, UPA-COAG lo tiene claro. Los grandes perjudicados siguen siendo los profesionales del campo: “Los profesionales del sector agrario se ven sometidos a una especulación ante la ausencia de mecanismos de defensa para poner fin a los abusos de los que son víctimas los agricultores y ganaderos”, señalan.
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