La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha advertido de que el modelo territorial en que se basa la nueva Política Agraria Común (PAC) que propone Bruselas “no encaja en la actividad ganadera española”. La Comisión Europea pretende ligar las ayudas a la ganadería a las hectáreas asociadas, concepto que perjudica gravemente al modelo de producción español, que aunque ligado a tierra, posee en general poca base territorial en sus explotaciones.
En consecuencia, explotaciones cuya ayuda se calculó en sus orígenes por cabeza de ganado o por kilos de cuota láctea, por ejemplo, recibirían en un futuro la ayuda en base a las hectáreas presentadas, lo que se traduciría en una disminución acusada del nivel de apoyo.
Los representantes ganaderos de UPA han reflejado también su preocupación por el gran diferencial existente entre superficie agraria útil y las hectáreas objeto de ayuda en estos momentos, por la existencia de explotaciones ganaderas con derechos de valor alto, por los derechos especiales y por la falta de superficie en la mayoría de las explotaciones ganaderas, con la consiguiente presión que se va a ejercer sobre los pastos.
Los ganaderos de UPA han mostrado su “enorme preocupación” por los problemas detectados. Las explotaciones lácteas de las tres especies: vacuno, ovino y caprino, así como las de ovino de carne pueden verse seriamente perjudicadas.
UPA está trabajando en el diseño de un paquete de medidas orientadas a resolver los problemas del sector, que garantice que la renta actual de los ganaderos no se vea afectada en ningún caso.
En este sentido, conviene recordar la gran función territorial, medioambiental, social y económica de este tipo de explotaciones, así como su papel como generadores de empleo en todo el territorio rural nacional.
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