Los veterinarios de Castilla y León exigen una "norma clara" y "soluciones certeras" al polémico decreto del medicamento
Una de las principales preocupaciones es la falta de flexibilidad que impone la norma
Los veterinarios de Castilla y León han alzado la voz, reclamando "soluciones certeras" y una "norma clara, sin interpretaciones" ante el nuevo decreto que regula el uso de antibióticos en clínicas veterinarias. La demanda surgió durante la asamblea anual del Consejo Autonómico de Colegios Veterinarios de Castilla y León, celebrada el pasado fin de semana en el Bierzo, donde el sector ha manifestado estar "en pie de guerra" por los escollos que genera la normativa.
Luciano Díez, presidente del Consejo autonómico, urgió a avanzar en la modificación de esta regulación. A pesar de las reuniones del Ministerio de Agricultura con los diferentes gobiernos autonómicos, Díez lamentó que "aún no hay nada certero sobre la mesa. Todo sigue en discusión".
Una de las principales preocupaciones expresadas por Díez es la falta de flexibilidad que impone la norma, especialmente en lo referente al uso de antibióticos que no figuren expresamente en la ficha técnica del medicamento para una mascota específica. "Hay poco arsenal terapéutico indicado para animales y las fichas técnicas están obsoletas o incompletas", explicó Díez. Esto obliga a los veterinarios a regirse por un sistema de clasificación y prescripción "alejado de la realidad", lo que, lejos de reducir el uso de antibióticos y las resistencias antibacterianas, "va a provocar tratamientos menos certeros y más prolongados y un mayor consumo, porque nos vemos obligados a ir probando fármacos en función de esas escalas".
Otro "gran error" que, según el presidente del Consejo autonómico, introduce la nueva norma es la prohibición de que los veterinarios puedan dispensar las dosis exactas de medicación a los tutores de las mascotas. Díez advirtió que esta medida "va a provocar una circulación ingente de sobrantes de fármacos en manos de los particulares", lo que conlleva un serio riesgo para el medio ambiente.
Además de denunciar la excesiva carga burocrática asociada a la nueva regulación, Luciano Díez exigió al Ministerio de Agricultura una revisión urgente del decreto. Subrayó que esta modificación es crucial "por el bienestar animal y la salud de las personas, puesto que muchas de sus enfermedades son zoonosis y si no se trata a tiempo al animal puede contagiar al ser humano".
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