El kiosco que nunca llegó a abrir sus puertas en una de las aceras de la circular Plaza de la Inmaculada, ya no constituye un obstáculo en la ruta de los viandantes de la zona. Este jueves por la mañana una grúa ha procedido a la retirada de este inmueble que nunca llegó a estrenarse.
Se trata de una de las mayores incógnitas que muchos paseantes y ciudadanos desde siempre han comentado en esta céntrica plaza de la capital leonesa, ya que jamás se usó porque iba a ser ocupado tras la ejecución del parking subterráneo que proyectó el ex alcalde Mario Amilivia, y que registró importantes protestas vecinales.
En teoría, y según declaró a este periódico el vendedor de un kiosco similar situado a apenas cinco metros de este inmueble, debería de haber sido para él. Tal y como explicó el vendedor, durante la época de Amilivia como alcalde, la construcción del parking subterráneo en la plaza derribaría su kiosco y, ante esto, como recompensa se le entregarían las llaves del nuevo para que pudiese seguir explotando su actividad. Pero nunca se cambió. La asociación de vecinos de la Inmaculada, en contra del parking, consiguió tumbar el proyecto.
Desde hoy, y después de 11 años, el kiosco sin oficio ni beneficio -y siempre empapelado de propaganda- dejará de ocupar espacio en la acera.