El Ayuntamiento ha seguido funcionando a pleno rendimiento con normalidad, a pesar de que durante el último mes y medio ha planeado sobre el Consistorio la posibilidad de una moción de censura, según ha apuntado el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle.
El regidor ha negado que esta inestabilidad temporal haya alejado inversiones de la ciudad y ha destacado que en estos momentos existen 520 millones de euros que se han invertido o se van a invertir en la ciudad, tales como Campofrío, Kronospan y Adisseo, y ha aseverado que pocas ciudades con 200.000 habitantes pueden presumir de contar con una inversión industrial tan alta.
En este sentido, ha remarcado la gran disponibilidad que tiene Burgos de suelo industrial en Villalonquéjar con cerca de dos millones de metros cuadrados al tiempo que ha puesto en valor la rebaja que ha sufrido el metro cuadrado y las bonificaciones fiscales con el fin de atraer empresas a Burgos, y ha incidido en la necesidad de no obsesionarse con el Parque Tecnológico, porque hay suelo industrial de sobra en Burgos.
En este sentido, ha adelantado que en el mes de enero se presentará el proyecto de urbanización de la segunda fase del polígono de Villalonquéjar que supone la remodelación de calles perpendiculares a la arteria principal, la calle López Bravo.
En esta línea, el alcalde ha querido huir del victimismo a la hora de comparar las inversiones que se llevan a cabo en Burgos y en Valladolid con el reciente parque de proveedores que se construirá aparejado a Renault en la provincia pucelana.
Lacalle ha indicado que Burgos no se puede quejar de las inversiones que ha recibido al tiempo que ha abogado por "reivindicar lo nuestro y no estar pendiente ni llorar por lo que reciben los demás".
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