El Banco Europeo de Inversiones y la Junta firman 25 millones para impulsar pymes y el crecimiento rural
Con este acuerdo, la financiación total obtenida del BEI para el Plan de Crecimiento Innovador para pymes y midcaps se eleva a 260 millones de euros

La Junta de Castilla y León, a través del consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha sellado un nuevo contrato de financiación con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) por 25 millones de euros. Este acuerdo eleva la financiación total obtenida del BEI para el Plan de Crecimiento Innovador para pymes y midcaps a 260 millones de euros, cumpliendo así el objetivo previsto para esta legislatura.
Este Plan, impulsado por el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICECYL) en colaboración con Empresa Familiar de Castilla y León, busca dinamizar el tejido productivo regional, fomentando la competitividad, la innovación y la proyección internacional de las empresas.
Desde su puesta en marcha en 2017, este Plan de Crecimiento Innovador, pionero en España, ha logrado impulsar 104 proyectos empresariales, con una inversión total de 223,5 millones de euros por parte del ICECYL, lo que ha movilizado una inversión empresarial global de 676 millones de euros. El impacto en el empleo ha sido significativo, con la creación de 4.640 nuevos puestos de trabajo y el mantenimiento de 12.823 empleos ya existentes.
Uno de los aspectos más destacados del Plan es su marcado diseño para el mundo rural. Un impresionante 72,1% de los proyectos financiados se ubican en estas áreas, lo que demuestra la eficacia del programa en su objetivo de lograr un equilibrio entre las provincias y reforzar el desarrollo del medio rural.
Por sectores, la financiación al sector agroalimentario ha sido prioritaria, acaparando el 44,4% del total de la financiación concedida. Esta preferencia subraya el reconocimiento de la importancia de esta actividad empresarial, profundamente arraigada en el territorio y con un impacto directo en el sector primario, fundamental para la economía de la Comunidad.
El Plan de Crecimiento Innovador nació de la necesidad de dotar al tejido empresarial de Castilla y León de una mayor capacidad de crecimiento, adaptación tecnológica e internacionalización. Su objetivo principal es claro: fomentar la competitividad, la innovación y la proyección exterior de las empresas, a la vez que se impulsan la creación de empleo, la reindustrialización, la diversificación productiva y el reequilibrio territorial, con una atención especial y constante al ámbito rural.
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