Cifras récord para el campo de Castilla y León, con su segunda mayor cosecha de cereal en 15 años

La cosecha de cereal de invierno en la comunidad autónoma alcanzará los 8,12 millones de toneladas

La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, presenta la cosecha de cereales de invierno de la presente campaña 2024-2025
La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, presenta la cosecha de cereales de invierno de la presente campaña 2024-2025 | Rubén Cacho

Castilla y León se encamina hacia una campaña agrícola excepcional. Según los datos avanzados este viernes por la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, la cosecha de cereal de invierno en la comunidad autónoma alcanzará los 8,12 millones de toneladas. Esta cifra representa la segunda mayor producción de los últimos quince años, solo superada por el récord de 8,5 millones de toneladas registrado en 2020, consolidando a la región como líder cerealista a nivel nacional.

La previsión de esta excelente cosecha se debe a una combinación de factores favorables: unos elevados rendimientos –similares a los de la histórica campaña de 2020– y un notable incremento de la superficie cultivada. Se espera que la producción sea un 22% superior a la del año pasado (6,65 millones de toneladas) y un 36% por encima de la media de la última década (5,99 millones de toneladas).

González Corral destacó que la superficie sembrada de cereales de invierno para grano se sitúa en 1,81 millones de hectáreas, lo que supone un 12% más que la campaña anterior. Los agricultores de Castilla y León han revertido la tendencia a la baja de 2023 y 2024 (las primeras campañas bajo la actual Política Agrícola Común - PAC), volviendo a sembrar una superficie similar a la de 2022.

Como es habitual, el trigo es la especie más cultivada, ocupando 870.000 hectáreas, seguido de la cebada (711.000 hectáreas), la avena (114.000 ha), el centeno (71.000 ha) y el triticale (46.000 ha). Con esta producción esperada, Castilla y León aportará un porcentaje crucial a la producción española: el 53% del trigo (con 3,96 millones de toneladas) y el 39% de la cebada (con 3,39 millones de toneladas).

El balance definitivo de la cosecha dependerá aún de cómo afecten los fenómenos meteorológicos adversos registrados en las últimas semanas. No obstante, a la espera de que la cosecha se generalice la próxima semana, los datos analizados en las comisiones provinciales de estadística ya reflejan unos rendimientos medios en el cereal de 4.500 kg/ha. Esta cifra es muy similar al récord histórico de 2020 (4.524 kg/ha) y un 9% superior al año pasado, así como un 36% por encima de los rendimientos de la última década, lo que permite clasificar la cosecha como "excelente". El alcance real se confirmará en septiembre, una vez finalizada la recolección.

Por cultivos, el rendimiento medio previsto es de 4.550 kg/ha para el trigo y de 4.770 kg/ha para la cebada. La avena se estima en 3.460 kg/ha, el triticale en torno a 3.700 kg/ha y el centeno en 2.900 kg/ha. Un aspecto inusual de esta campaña es que los rendimientos del trigo no superarán a los de la cebada. Esto se debe a que el trigo, de ciclo más largo, se ha visto más afectado por las altas temperaturas de junio, que han condicionado la fase de llenado del grano. En Soria, una de las zonas más tardías, este fenómeno ha impactado a todos los cereales. A pesar de ello, las condiciones meteorológicas generales, con una alta pluviometría durante todo el ciclo, han sido muy favorables.

El inicio de la cosecha, marcado por las buenas expectativas tanto en España como en la UE y la compleja situación geopolítica, ha provocado una tendencia a la baja en las cotizaciones. El precio del trigo ha descendido un 8% y el de la cebada un 13% respecto al año pasado. Así, pese a las excelentes expectativas de producción, la rentabilidad de las explotaciones cerealistas se verá condicionada por estos bajos precios y por el alto coste de los insumos.

Ante este escenario, la consejera González Corral ha destacado el trabajo de la Junta de Castilla y León para mejorar la competitividad de las explotaciones agrarias. Se están realizando inversiones en concentraciones parcelarias e infraestructura rural, se fomenta la agricultura de precisión y la digitalización, y se impulsan proyectos de investigación sobre variedades más productivas y resistentes. "Todas estas actuaciones, y otras como el fomento del cooperativismo, muestran nuestra labor para lograr una cadena agroalimentaria más equilibrada", afirmó.

A pesar de la caída de los precios, el valor estimado de la cosecha de cereal de invierno en Castilla y León alcanzará los 1.535 millones de euros, superando los 1.300 millones de la campaña pasada gracias al volumen de producción.

A nivel provincial, Burgos se consolida como la provincia con mayor superficie cultivada (364.000 ha), seguida por Valladolid y Palencia. Estas tres provincias suman el 50% de la superficie total de cereal de invierno en la comunidad.

En cuanto a rendimientos, todas las provincias aumentan sus cifras respecto al año anterior, a excepción de Burgos y León, que mantienen los ya excelentes resultados de 2024. Destaca especialmente Ávila, que con 3.300 kg/ha, experimenta una mejora del 77%. Burgos es la provincia con los mejores rendimientos, 5.180 kg/ha, casi igualando su récord del año pasado y aumentando un 22% respecto a su media de los últimos cinco años. Valladolid (5.047 kg/ha) y Palencia (4.936 kg/ha) también presentan rendimientos por encima de la media autonómica.

La mayor producción se localiza, como era de esperar, en Burgos, con 1,88 millones de toneladas, un 5% más gracias al incremento de superficie. Le siguen en producción Valladolid (1,56 millones de toneladas) y Palencia (1,40 millones de toneladas). En conjunto, estas tres provincias generan más del 60% del cereal de invierno de la Comunidad, subrayando su rol esencial en la producción agrícola regional y nacional.

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