La relación entre Francisco Igea y Alfonso Fernández Mañueco, o lo que es lo mismo, de Ciudadanos y del PP de Castilla y León, o del Gobierno autonómico; ha pasado por horas difíciles en el inicio de esta semana.
Las desavenencias comenzaron este lunes en la sesión de debate del Pleno de las Cortes de Castilla y León cuando Francisco Igea se ha mostrado muy molesto, tanto en la sesión como posteriormente en las redes sociales, sobre la votación de la PNL que insta a retirar el plan de reforma de la Atención Primaria. Es el conocido como Plan Aliste y en el que estaba inmerso el trabajo de la consejera de Sanidad durante los años de mandato.
La PNL fue presentada por el PSOE y, sorprendentemente, ha contado con el total apoyo público del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Ha salido adelante con 70 votos a favor, ninguno en contra y 11 abstenciones. Este hecho ha sido el detonante de una pequeña brecha que ha llevado a Francisco Igea a convocar a los medios de comunicación para este martes, una vez finalizada la segunda sesión del debate, para hablar sobre este tema, así como la situación del pacto de Gobierno de Castilla y León. Sin embargo, el vicepresidente de la Junta ha usado esta rueda de prensa para volver a mostrar su total apoyo al Gobierno bicéfalo de C's y PP "es lo que se espera de un socio leal y es lo que vamos a ser".
No obstante, y a pesar del apoyo, ha querido sacar a relucir que su actitud está del lado de la defensa de los ciudadanos: !Ningún ciudadano de Castilla y León podrá decir que el vicepresidente no ha defendido siempre con vehemencia y convencimiento la labor de este Gobierno de coalición. Cuando se presentó la moción de censura, defendimos con ardor y convencimiento la tarea de un Gobierno de coalición que representa al conjunto de la Comunidad y de los ciudadanos".
En esta misma rueda de prensa ha aprovechado para mostrar su apoyo público a Verónica Casado y ha confirmar su continuidad al frente de la Consejería de Sanidad: "La consejera de Sanidad va a continuar. La composición de Gobierno se va a mantener tal y como la firmamos".
La estrategia, conocida como el Plan Aliste, pretendía reordenar y “reforzar” la atención en el medio rural bajo una premisa: “Que cada ciudadano de Castilla y León tenga un médico y una enfermera de referencia. Una persona, su médico y su enfermera son los responsables de su salud; y de manera longitudinal, porque eso es lo que da fortaleza a la Atención Primaria”. Para ello, se prevía que, aunque cada paciente pueda ser atendido en su consultorio el día que le corresponda, pero también pueda acceder en otro centro cercano y todos los días a su médico de cabecera.
El plan que ya ha comenzado a implantarse aprovechando jubilaciones en algunas provincias, busca la redistribución de los recursos humanos, sin restar profesionales.