Documentan un nuevo caso de canibalismo en la sierra de Atapuerca hace 5.700 años
Los restos óseos, que se conservaron en un estado excepcional, muestran marcas de corte, fracturas para extraer la médula, signos de cocinado e incluso huellas de dientes humanos
Un equipo de investigación liderado por el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes-Cerca) ha documentado un nuevo evento de canibalismo humano en la cueva de El Mirador, en los yacimientos de la sierra de Atapuerca (Burgos). Los restos corresponden a once individuos, incluyendo niños y adultos, que fueron consumidos hace 5.700 años durante el Neolítico.
Los investigadores, entre los que se encuentran científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han publicado sus hallazgos en la revista Scientific Reports. El estudio es parte de un proyecto sobre antropología forense y violencia prehistórica.
"En este estudio nos enfrentamos a un nuevo caso de canibalismo en los yacimientos de la sierra de Atapuerca", ha afirmado la doctora Palmira Saladié, investigadora principal del estudio. Saladié subraya que el canibalismo es una de las conductas más complejas de interpretar, y que en este caso, las evidencias apuntan a un consumo sistemático sin rituales.
Violencia entre grupos locales
Los restos óseos, que se conservaron en un estado excepcional, muestran marcas de corte, fracturas para extraer la médula, signos de cocinado e incluso huellas de dientes humanos. El análisis tafonómico (el estudio de los procesos de descomposición) ha sido clave para identificar estos hallazgos.
Según la investigación, los individuos consumidos eran de origen local, lo que se ha determinado a través de un análisis isotópico de estroncio. La datación por radiocarbono ha situado el episodio en un momento "muy concreto": entre 5.700 y 5.570 años antes del presente.
Los investigadores han relacionado este evento con conflictos entre comunidades campesinas. "No estamos ante una tradición funeraria ni ante una respuesta a una hambruna extrema", ha explicado Francesc Marginedas, otro de los autores del estudio. "Las evidencias apuntan a una posible acción violenta", añadió.
El doctor Antonio Rodríguez-Hidalgo, del Instituto de Arqueología de Mérida, ha señalado que la etnografía y la arqueología nos enseñan que "aún en sociedades escasamente estratificadas se dan episodios de violencia donde además se procede al consumo de los enemigos como forma de eliminación extrema".
Este caso de la cueva de El Mirador constituye la primera evidencia de consumo sistemático de víctimas en Atapuerca y se suma a otros casos de violencia y canibalismo en el Neolítico europeo, como los de Talheim (Alemania) o Els Trocs (Huesca).
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