La economía de Castilla y León desacelerará su crecimiento en 2025 y 2026, situándose a la cola de España
La Comunidad experimentará un crecimiento del 2,1 % en 2025, siete décimas menos que el 2,8 % previsto para 2024 y cuatro décimas por debajo de la media nacional (2,5 %)
La Red de Modelización Regional Integrada Hispalink, un consorcio de investigación económica de universidades españolas, vaticina una ralentización significativa en el crecimiento de la economía de Castilla y León para los próximos dos años, tal y como recoge la agencia Ical. Según su último informe, publicado en junio de 2025, la Comunidad experimentará un crecimiento del 2,1 % en 2025, lo que representa siete décimas menos que el 2,8 % previsto para 2024 y cuatro décimas por debajo de la media nacional (2,5 %).
Sus perspectivas son aún más conservadoras para 2026, año en el que estiman un incremento del PIB regional de tan solo el 1,8 %, nuevamente cuatro décimas por debajo de la media nacional.
Estas previsiones sitúan a Castilla y León en una posición desfavorable dentro del panorama económico español. Para 2025, la región se proyecta como la penúltima en crecimiento autonómico, superando únicamente a Extremadura, que crecerá un 1,9 %. Esta cifra contrasta notablemente con el dinamismo de comunidades como Baleares, que lideraría el crecimiento con un 2,9 %.
La situación no mejora para 2026, donde Castilla y León se mantendría en la misma posición, solo por delante de Extremadura (1,4 %), mientras que comunidades como Baleares, Cataluña, Valencia y Madrid alcanzarían un 2,4 % de crecimiento.
A pesar de las perspectivas de desaceleración económica, las cifras de empleo, según la Encuesta de Población Activa (EPA), parecen "más optimistas". Tras un crecimiento regional del 1,4 % en 2024, se espera un crecimiento del empleo del 3,2 % en media anual de 2025. Este comportamiento sería incluso más acelerado que el del conjunto nacional, que creció un 2,2 % en 2024 y se estima que aumente un 2,8 % en 2025.
Hispalink advierte que el panorama económico mundial está plagado de "importantes incógnitas", especialmente derivadas de la ruptura de la multilateralidad en el comercio y los escenarios de guerra abierta en centroeuropa y oriente medio. Estos factores, además de dañar el comercio internacional, introducen una "inseguridad en las expectativas de los agentes (empresas y familias)" con consecuencias significativas sobre la inversión y el consumo regional.
Este "escenario incierto" se ve "agudizado por las tensiones en la política nacional, que imposibilitan el establecimiento de una política-país, al menos para las líneas maestras de la economía". Según sus expertos, esta visión nacional e internacional "se traslada a la economía regional, que previsiblemente sufrirá una contracción de la actividad económica en el presente y en el futuro próximo, si bien no es probable una contracción del PIBpm regional".
El informe atribuye parte de la desaceleración de 2025 al reciente incremento de la economía agraria. Tras crecimientos estimados del 7,8 % en 2023 y del 8,4 % en 2024, prevé un "leve decrecimiento" de menos de un 1% para 2025, lo que en la práctica representa un mantenimiento de los elevados niveles de producción del año anterior.
La desaceleración de la economía no agraria será de una décima, pasando del 2,5 % en 2024 al 2,4 % en 2025. Esta pérdida de ritmo se debe a la desaceleración de la Industria, que baja del 3,2 % en 2024 al 2,6 % este año, y de los Servicios, que disminuyen del 2,4 % al 2,3 %. En contraste, la Construcción es el único sector que experimentaría un repunte, pasando del 1,1 % en 2024 a un 2,3 % en 2025.
Advierte que las previsiones para 2026 están sujetas a "elevadas dosis de incertidumbre" debido a los riesgos de los escenarios planteados. Sin embargo, estiman un mantenimiento de expectativas similares a las actuales, con un crecimiento de la economía no agraria alejado de la recesión, aunque con una ligera desaceleración.
Así, si se prevé un avance anual del 2,4 % para la economía no agraria en 2025, en 2026 podría situarse en un 1,9 %. La actividad industrial desaceleraría medio punto (al 2 % en 2026), y los Servicios perderían cuatro décimas (al 1,9 %). La Construcción, a pesar de su mejora en 2025, perdería seis décimas en 2026, situándose en un 1,7 % de incremento anual. El sector agrario, por su parte, avanzaría medio punto.
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