Encuentran restos óseos en Ricobayo que coinciden con una persona desaparecida en 2001

Los restos habían sido hallados por dos pescadores en el embalse de Ricobayo. Una vez tuvo conocimiento de los hechos, la Guardia Civil de Zamora, procedió a acordonar la zona y así poder realizar el levantamiento de los restos por parte de la Comisión Judicial. Cotejado el ADN de los restos con el ADN de un familiar de la persona desaparecida (que había sido tratado por los especialistas de la UOPJ de Zamora), dio resultado positivo según el Instituto Nacional de Toxicología

 Encuentran restos óseos en Ricobayo que coinciden con una persona desaparecida en 2001
Encuentran restos óseos en Ricobayo que coinciden con una persona desaparecida en 2001

El 5 de febrero de 2001, la Guardia Civil de Zamora tiene conocimiento de la desaparición de una persona en las inmediaciones de la presa de Ricobayo. De inmediato la Guardia Civil de Zamora estableció un dispositivo de búsqueda, participando diferentes Unidades de la Comandancia, búsqueda en la que intervino también personal civil, sin poder obtener resultado positivo. El día 06 de febrero del mismo año se traslada hasta el lugar de los hechos el Equipo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), con base en Valladolid. 

La búsqueda se prorrogó durante tres días seguidos, haciendo casi imposible la inmersión, debido a las condiciones meteorológicas adversas reinantes en ese momento, por lo que la mencionada búsqueda se realizó básicamente desde la embarcación, no obteniendo resultado positivo. Nuevamente durante los días 13, 14 y 15 de febrero de 2001, el Equipo GEAS continua con las labores de búsqueda, siendo imposible realizar inmersiones (la cota de visibilidad era “0” y la temperatura del agua de 4º C), procediendo a realizar rastreos en barca, revisando las orillas del pantano, participando en estas labores también personal de Protección Civil.

Posteriormente se realizan rastreos aguas abajo de la presa, ante la posibilidad de que el cuerpo hubiese pasado hacia esta zona al encontrarse las compuertas abiertas. La búsqueda (que había continuado durante estos días por parte de diferentes Unidades de la Comandancia) resultó nuevamente infructuosa. Mientras tanto los equipos de investigación de la Guardia Civil realizaban labores de investigación con la finalidad de dar con el paradero de la persona desaparecida, no obteniendo resultado positivo. La Guardia Civil continuó con las labores de búsqueda e investigación, así en el verano del 2001 a las sumersiones realizadas por el GEAS se sumó la utilización de un robot, realizando inmersiones diarias y mucho más largas (durante 8 días). 

En la primavera del 2002 se efectuaron también numerosos reconocimientos con una cámara pocera (60 intervenciones durante un mes), sin haber podido obtener resultado positivo, a pesar del esfuerzo y empeño de los miembros de Cuerpo durante todo este tiempo. Durante periodos posteriores por parte del GEAS se realizaron reconocimientos en la zona del embalse, principalmente durante finales del año 2014, desgraciadamente con el mismo resultado negativo. Finalmente, durante la tarde del día 05 de marzo de 2017, la Guardia Civil de Zamora tiene conocimiento a través de la colaboración ciudadana, del hallazgo en el pantano de Ricobayo, de una zapatilla con un calcetín en su interior, observando que dentro del mismo había restos óseos.

De inmediato la Guardia Civil de Zamora se persona en el lugar, pudiendo observar en una primera inspección ocular que se trata de una zapatilla de color blanco de una marca conocida, que en su interior hay un calcetín, el cual contiene restos óseos que pudieran ser humanos. Continuando con la inspección del lugar pudieron observar (al lado de la zapatilla) otros restos de huesos que también pudieran ser humanos, y a unos 20 metros de distancia otro calcetín de las mismas características que el citado anteriormente. Ante estos hechos los Guardias Civiles procedieron al acotamiento de la zona y aviso al Juzgado de Guardia, siendo realizado el levantamiento de los restos por los especialistas en Policía Judicial de la Guardia Civil de Zamora, entregándolos al Instituto Anatómico Forense de esta capital. Desde este fueron trasladados al Instituto Nacional de Toxicología para su posible obtención del perfil de ADN. Durante el presente mes de agosto, el citado Instituto Nacional de Toxicología emite informe POSITIVO de la identificación mediante ADN, coincidiendo el de los restos óseos hallados con el del familiar de la persona desaparecida en febrero de 2001.

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