El exlíder de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha negado que su negativa a firmar la expulsión de dos procuradores díscolos haya sido la causa de su salida del partido. Según sus declaraciones, las "discrepancias" con la dirección nacional de Vox vienen de mucho más lejos.
García-Gallardo ha confirmado que se negó a firmar la expulsión de los procuradores que pedían más democracia interna y que Vox abandonara el grupo Patriots del Parlamento Europeo. Sin embargo, esta circunstancia no fue el motivo de su dimisión, sino más bien "la guinda del pastel" en una situación de desacuerdo que se arrastraba desde hace tiempo.
El exvicepresidente de Castilla y León ha revelado que existían "cuestiones organizativas" que le generaban discrepancias con la dirección nacional. Además, ha contado que fue apartado de "negociaciones directas de cuestiones" que afectaban a su gobierno de coalición con el PP en esa comunidad autónoma.
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