El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, se ha mostrado dispuesto a solicitar del Gobierno de la nación la posibilidad de aplicar un Estado de Alarma regional en la Comunidad si los brotes por coronavirus así lo exigieran, aunque ha tranquilizado a la población al puntualizar que "en estos momentos" no se lo plantean.
Esta herramienta, contemplada en la legislación, sería una alternativa a la que la Junta acudiría sin vacilar en el supuesto de que la situación se descontrolara en las próximas semanas, sin que la misma fuera de aplicación en toda la Comunidad sino en zonas acotadas en las que la incidencia de la COVID-19 así lo aconsejara, informa Europa Press.
El portavoz de la junta y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, centrado de forma monográfica en la crisis sanitaria por el virus, se ha mostrado firme y ha insistido en que el Ejecutivo autonómico no dudará en solicitarla, si bien su implantación no conllevaría el confinamiento total, tal y como rigió durante el Estado de Alarma decretado por el Gobierno, sino la adopción de "medidas limitadas para evitar volver a la situación de marzo".
"En estos momentos, insisto, no nos lo hemos planteado. Habría que solicitarlo al Consejo de Ministros, aprobarlo el Gobierno y en este Estado de Alarma Regional, que se actualizaría cada 14 días, la Junta ejercería la autoridad por delegación", ha explicado Igea, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, apunta que tomarán las decisiones que sean si la situación lo hace preciso como es la obligación de una administración sensata".
Tal afirmación la ha hecho Igea tras los confinamientos de dos semanas, ya concluidos, de Pedrajas e Íscar, en la provincia de Valladolid, y el que sufre desde hace once días la villa burgalesa de Aranda de Duero y para la que solicitará una prórroga.
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