La Inspección Educativa de Castilla y León alcanza los 132 profesionales tras la incorporación de nueve personas este curso
La consejera Rocío Lucas destaca el papel de los inspectores en el asesoramiento de los profesores, familias y alumnos, y, sobre todo, la adaptación de los currículos y las evaluaciones
La Inspección Educativa de Castilla y León alcanza los 132 profesionales tras la incorporación de nueve personas este curso escolar que aunque estas plazas estaban en plantilla jurídica no estaban cubiertas por nadie. Un incremento que la consejera de Educación, Rocío Lucas, relacionó este martes en Valladolid con el esfuerzo de la Junta en un servicio de tanta importancia y que es “clave” para la buena marcha del sistema educativo. No en vano, valoró su papel en el asesoramiento del profesorado, las familias y el alumnado, de ahí que apostó por seguir con la mejora de sus condiciones laborales y las plantillas como la estabilización del empleo.
Con motivo de la inauguración de la jornada ‘Los retos de la Inspección de Educación ante los cambios sociales y educativos’, que tuvo lugar en la sede del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León, Lucas apostó por “cuidar” al alumnado, que es el “máximo tesoro”. Se refirió a algunos retos sociales y educativos como la mejora de la salud emocional y la convivencia en los centros, los cambios tecnológicos y la inteligencia artificial, el impacto en la enseñanza-aprendizaje, la personalización de la enseñanza, la orientación educativa y profesional, el fracaso escolar y el abandono educativo temprano.
En presencia de inspectores de Educación de Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía, abogó por la reducción de la carga burocrática, que se plantea en todos los centros, para que el docente se centre más en la parte académica.
Además, la consejera apostó por mejorar la situación de la Inspección en cuanto a metodología y tratamiento de la actuación para que su trabajo tenga más eficacia y eficiencia. “Nuestro compromiso es facilitar vuestra labor por que valoramos vuestro esfuerzo y profesionalidad con el objetivo de mejorar la calidad del sistema educativo de Castilla y León”, añadió.
En este sentido, mostró su orgullo por que la Comunidad continúe en los primeros puestos en las evaluaciones internacionales, con estándares de calidad. “Somos un referente de la educación en otras comunidades pero también destacamos desde el punto de la equidad educativa”, precisó. Fue entonces cuando citó el equilibrio entre la escuela del ámbito urbano y rural, entre la educación pública y concertada y el gusto por la lectura y la competencia financiera y global.
Rocío Lucas subrayó, que tras unos años “muy convulsos” por el sistema educativo con la pandemia del COVID, que obligó al cierre de aulas y trasladar la enseñanza a las casas, ahora toca afrontar otros problemas con los cambios legislativos. “De forma precipitada y sin escuchar a la comunidad educativa, nos toca implantar una ley en el sistema educativo”, denunció. Valoró el trabajo de la Inspección Educativa para la adaptación de los currículos y las evaluaciones, que ha permitido que el sistema de Castilla y León sea uno de los mejores de España y de la OCDE.
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