Castilla y León

​"Los pacientes tratados previamente con corticoides inhalados parecen estar más protegidos frente al coronavirus"

Alicia Armentia Medina, catedrática de la UVa y jefa del Servicio de Alergología en el Hospital Río Hortega de Valladolid, narra su experiencia en la lucha contra la enfermedad y los estudios que analizan la relación entre alergia y Covid-19

14905

Con sus experiencias vitales y las de un grupo de 22profesionales, ha escrito un pequeño libro en el que narra los errores yaciertos de la lucha en primera línea contra el coronavirus con el grupo devoluntarios en residencias en el que participa.

Alicia Armentia Medina, catedrática de la UVa y jefa delServicio de Alergología en el Hospital Río Hortega de Valladolid, ha podidocompatibilizar en esta crisis sanitaria su trabajo con pacientes graves de asmay su labor de atención en residencias de mayores, fruto de la cual ha llevado acabo dos proyectos de investigación, uno de los cuáles ha hallado sorprendentesresultados en pacientes tratados con corticoides inhalados.

En una entrevista realizada por Dicyt,Armentia traslada sus inquietudes y su gran cariño por los ancianos a los queha visto luchar de cerca contra este enemigo invisible.

Me imagino que desde que se inició la pandemia no haparado, compatibilizar la labor docente en la Facultad de Medicina con su cargocomo jefa de Alergología en el Río Hortega y encima voluntaria en el grupo deayuda a residencias de ancianos estará resultando duro. ¿Qué ha sido lo másdifícil de llevar?

Todo fue complicado al principio, pero tengo la suerte detener un equipo de profesionales en Alergia muy bueno, que además enseguida seofrecieron a la asistencia de los enfermos afectados en las plantas. Yo meintegré en el de residencias, y el hospital nos dotó de lo que precisábamospara atenderles: EPIS, medicación…También sentí miedo por mi familia, por mimadre, que tiene 87 años, pero ella me ha enseñado que las penas son peores depensar que de pasar y que hay que tener coraje ante la adversidad. Afortunadamenteno todo lo que ocurre es malo, y gracias a este virus he podido conocer apersonas profesional y humanamente maravillosas, que antes sólo saludaba de vezen cuando por los pasillos. Me refiero a los integrantes del grupoCOVID-Residencias. No quería perder las experiencias que hemos tenido y las hetratado de sintetizar en un pequeño librito que las narra, con los errores yaciertos que cometimos. Mi idea es enviarlo a los estudiantes de Medicina, alos centros de salud y hospitales y a las residencias donde están losprincipales protagonistas, nuestros queridos ancianos.

Y además, ha iniciado varios proyectos de investigaciónrelacionados con el Coronavirus. En uno de ellos están analizando la relaciónentre alergia y coronavirus, cuéntenos en qué consiste.

La comunicación entre médicos de diferentes especialidades,entre médicos de atención primaria y hospitalaria y enfermeras del grupoCOVID-Residencias fue tremendamente enriquecedora. Hemos aprendido muchas cosasque antes desconocíamos y las estamos aplicando. En el caso de la especialidadde Alergia, se tenía que hacer seguimiento al mismo tiempo de 139 personas conasma muy grave de nuestra Unidad infanto-juvenil de asma difícil, consideradasde gran riesgo, igualmente que a los pacientes de las residencias. Como lacasualidad unió ambas atenciones, entre todos los implicados empezamos arecoger en bases de datos multitud de variables clínicas y terapéuticas, paravalorar según la evolución de nuestros pacientes, cuales habían sido máseficaces, generalizarlas y difundir nuestros conocimientos.

¿Cuáles han sido los resultados de estas comparativas?

Hemos emprendido un proyecto de investigación comparando lossíntomas respiratorios de residentes y los de pacientes con asma no controlada,que se consideran vulnerables a COVID-19, porque habíamos observadosorprendentemente que los pacientes tratados anteriormente con corticoidestenían mejor pronóstico frente al COVID-19. Estudiamos a 134 pacientesatendidos en geriátricos afectados con coronavirus y a 139 pacientes con asmade difícil control, que se definen como personas vulnerables a esta infección.A todos ellos se les administraba corticoides inhalados que no fueronsuspendidos. De esta forma, se recogieron registros médicos electrónicos de lospacientes con COVID-19 y asmáticos y se incluyeron datos demográficos,manifestaciones clínicas, resultados clave de laboratorio e imágenesradiológicas. La infección por Coronavirus se detectó con PCR.

Parece contradictorio, que tengan mejor pronósticos estetipo de pacientes, ¿no?

Cuando empezaron a conocerse los casos no había un claroconsenso sobre el tratamiento de la infección por coronavirus. Una de lasrecomendaciones recibidas era no administrar corticoides, que solo eranutilizados en la fase más grave, con resultados pobres. Este coronavirus, comoel virus sincitial respiratorio, que provoca bronquilitis graves en los niños,parece seguir una vía inmunológica Th2, que es la misma que siguen también losprocesos alérgicos, por lo que quizás podría haber una competencia que favorecierao protegiera a las personas atópicas.

Cuéntenos qué descubrieron exactamente en este proyecto.

El resultado concluye que de los 139 pacientes con asmadifíficil, únicamente 13 (9'3 por ciento) dieron positivo en las pruebas delCOVID-19 y el factor común de todos ellos fueron los corticoides inhalados. Porotro lado, de los 134 pacientes analizados en las residencias, 80 dieronpositivo en COVID-19 (60 por ciento), 28 de los cuáles habían recibidocorticoides inhalados sin presentar ningún tipo de síntomas. Es posible que eltratamiento precoz con corticoides inhalados en la infección por coronavirussea útill y que la población alérgica tenga un mecanismo de protección ante elcoronavirus. Este proyecto lo hemos enviado a la revista 'Journal of AllergyClinical Inmunology', la más prestigiosa de nuestra especialidad y por lo tantomuy restrictiva en sus publicaciones.

Y además están ustedes utilizando la tecnología para elseguimiento a sus pacientes…

Sí, en este sentido tenemos dos proyectos fuertes, unomultidisciplinar llamado ASMALERT, que predice riesgos ambientales, tantobiológicos (niveles de polen, esporas), meteorológicos (intrusiones de airesahariano, micropartículas PM10 y PM2,5), contaminación (SO2, NO2, ozono,partículas diésel y otros contaminantes) que últimamente he ido modificandopara introducir algoritmos matemáticos que permitan predecir una posibleinfección por coronavirus. Y un segundo es una app llamada MYMOBILE que lahemos utilizado para monitorizar a nuestros pacientes de la unidad de asmadifícil durante los meses de reclusión con éxito (no hemos tenido ningúningresado) y que comenzó el año pasado para ayudar en el seguimiento adistancia (tanto por su gravedad como por la distancia que les separaba delhospital en caso de pacientes rurales) de los asmáticos graves.

Como alergóloga, ¿ en esta primavera se está notando unincremento de los casos de alergia o la bajada de contaminación tan brusca, porejemplo en Valladolid, debido al confinamiento ha modificado la curvaascendente típica de esta época?

El 1 de abril íbamos a enseñar a los pacientes el manejo dela app ASMALERT de información de riesgo biológico y/o ambiental a través de sumóvil. Nuestros detectores estaban encontrando un nivel muy alto de polen deplátano de sombra, que suele afectar mucho a los asmáticos, pero su reclusión yla ausencia de partículas contaminantes ha conseguido que casi no se hayaninfectado. Y ahora que estamos poco a poco saliendo de nuestras casas tenemosla oportunidad de demostrar si es verdad que la contaminación aumenta lapotencia alergénica del polen. Desgraciadamente se han suspendido la mediciónde niveles en las 17 estaciones de captación de polen y esporas, repartidas ennuestra Comunidad. Tenemos que ponerlas de inmediato en marcha, ya que losestudios que estas mediciones revelen, comparados con la clínica que observemosnos darán resultados sin duda fascinantes y muy útiles en salud pública.

Las aplicaciones han permitido entonces seguir laevolución de sus pacientes y poder conocer la incidencia del Coronavirus…

He llamado a 2.400 de mis pacientes de Alergia, empezandopor los más graves. Los pacientes con asmas difíciles, todos con corticoidesinhalados a altas dosis, los pacientes con corticoides inhalados por asmamoderado, los niños en general, los inmuno-suprimidos y los tratados conbiológicos u otro tipo de inmunoterapia (polen, ácaros, hongos, himenópteros) yninguno de ellos está infectado, a pesar de tener contactos cercanos, lo que meha llamado mucho la atención. Lo que tienen en común son los corticoidesinhalados y un sistema inmune deficitario. Sin embargo, las personas másfuertes con respuestas inmunes contundentes sufren clínica muy grave porcoronavirus.

¿Cómo ha visto en su contacto diario con las residenciasla situación de nuestros mayores?

En estos centros los daños colaterales del COVID sonterribles. Son personas frágiles y vulnerables. Estaban afectivamente aisladosde sus familias, de sus cuidadores de siempre, que acudían con atuendosgalácticos que les impedía su identificación, aumentando su soledad y su yadañada funcionalidad día a día. Imagínese aislados en sus habitaciones,asustados al recibir de forma velada noticias sobre el fallecimiento de suscompañeros. Pacientes ancianos situados día a día en una sensación de soledad ymuerte inminente que hubiera atemorizado al más fuerte y más fornido denuestros héroes. Había que ayudarles, de una forma coordinada, amable, segura yeficaz. Y así lo intentamos. Con toda nuestra inseguridad y miedos. Y con todanuestra esperanza.

¿Tenemos ya alguna idea de qué está pasando?

Creo que estamos ante un problema del que somos responsablestodos. Hemos contaminado nuestra tierra, incendiado y expoliado los bosques,por lo que los pobres animales han tenido que salir de sus confinamientos, ycontagiarnos con virus a los que ellos han aprendido a dominar, pero que paranosotros son desconocidos. Hemos contaminado el aire que respiramos, llenandola atmósfera de productos agresivos que caen a la tierra, que son absorbidospor las semillas y los cultivos de los vegetales que nos comemos y que tambiéncomen los animales de los que nos alimentamos. Hemos llenado nuestros mares deplásticos e inmundicias, y tanto nuestros bosques como nuestros océanos eranmagníficos depuradores del medio ambiente, pero los hemos dejado exhaustos.

Hemos abandonado las costumbres sanas, el respeto a nuestrosmayores, la valoración de su experiencia vital. Somos sedentarios, pensamos másen términos económicos que humanitarios, nuestros jóvenes y la mayoría denosotros solo prestamos atención a nuestros móviles. Rellenamos aplicacionesabsurdas, nos hacemos esclavos de burocracias ineficaces (las sufrimos todoslos investigadores), que hacen perder el valioso y escaso tiempo del quedisponemos. Hacemos caso a bulos sin sentido, a cotilleos sobre gente que noserán nunca importantes en nuestras vidas. Desconfiamos de los demás y nosafiliamos a teorías poco humanitarias. No nos ponemos en el lugar de nuestrossemejantes que sufren. Nos echamos mutuamente la culpa de todos los desastresque nos pasan. Todo antes que intentar ayudarnos y comprendernos. Espero querecapacitemos.

El día tiene 24 horas, pero para usted parece que más¿cómo lo hace?

La investigación para mí es un deber para el que no hayninguna excusa, ni siquiera el tiempo. Para investigar hay que luchar a vecescontracorriente y buscarse los medios y oportunidades, aunque sean escasas. Anuestros jóvenes se les transmite que deben ser los mejores, se les presionacon el éxito, pero a veces los mejores descubrimientos han surgido de fracasos,de darte cuenta de cosas que tenías delante al parar por el desánimo de unfracaso. Tengo una hija con una gran pérdida visual por una hemorragiacerebral, que ha conseguido trabajar como técnico y que me ha demostrado quepara hacer algo bien necesitas más el sentimiento que los sentidos, latenacidad y la fuerza que las habilidades innatas.

¿Quieres hacer un comentario?