El porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social, medido a través de la tasa Arope (por sus siglas en inglés, At Risk of Poverty or Social Exclusion), se incrementó tres décimas durante 2023 hasta situarse en el 22,4 por ciento en Castilla y León. En 2021 este indicador era del 22,1 por ciento y un año antes era del 23,1 por ciento, según se desprende de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2023, publicada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística y recogida por Ical. Desde el INE recuerdan que la tasa Arope, de acuerdo con la Estrategia Europa 2030, incorpora la población que está al menos en tres situaciones: riesgo de pobreza, carencia material y social severa y baja intensidad en el empleo.
De esta forma, la tasa Arope mantiene a Castilla y León como la novena comunidad con más porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social, pero por debajo de la media nacional que fue del 26,5 por ciento, frente al 26 por ciento de 2022. Las más elevadas se dieron en Andalucía (37,5 por ciento), Canarias (33,8 por ciento) y Extremadura (32,8 por ciento). En el lado contrario, se situaron País Vasco (15,5 por ciento), la Comunidad Foral de Navarra (17,2 por ciento) y Madrid (19,4 por ciento).
Asimismo, respecto al porcentaje en riesgo de pobreza, este indicador aumentó en cuatro décimas en Castilla y León entre 2022 y 2023, al pasar del 17,8 al 18,2 por ciento, si bien este valor es inferior a la media nacional que fue del 20,2 por ciento. De nuevo, las más elevadas se dieron en Andalucía (30,5 por ciento), Extremadura (27,6 por ciento) y Canarias (26,1 por ciento). País Vasco (10,2 por ciento), Madrid (12,9 por ciento) y Comunidad Foral de Navarra (13,8 por ciento) presentaron las tasas de riesgo de pobreza más bajas.
El estudio también concreta que los ingresos medios anuales netos por persona se situaron en Castilla y León en 14.124 euros (801 más que el año precedente), mientras que en España alcanzaron los 14.082 (1.074 más que en 2022). Los más elevados en 2023 se dieron en País Vasco (18.189 euros por persona), Madrid (16.817) y Navarra (16.599). Por su parte, los más bajos se registraron en Región de Murcia (11.314), Extremadura (11.363) y Andalucía (11.719).
La encuesta del INE precisa que el 7,7 por ciento de los hogares de la Comunidad tiene “muchas dificultades” para llegar a final de mes, lo que supone nueve décimas más que el año precedente, cuando este porcentaje se situaba en el 6,8 por ciento. En el conjunto nacional la cifra asciende al 9,3 por ciento, seis décimas más que en 2022. Los hogares más apurados fueron los de Andalucía (13,6 por ciento), Extremadura (11 por ciento) y Canarias (9,9 por ciento).
El informe también refleja que el 26,2 por ciento de los hogares de Castilla y León no tenía en 2023 capacidad para afrontar gastos imprevistos, lo que supone un descenso de nueve décimas en relación a 2022. No obstante, en este apartado los niveles de la Comunidad también son mejores que la media nacional, que se sitúa en el 37,1 por ciento. El INE también pone de manifiesto que el 28,6 por ciento de los hogares regionales no podía permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, cuatro puntos y medio menos que la media nacional.
Además, el 9,6 por ciento de los hogares experimenta retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal, un dato que se eleva hasta el 13,6 por ciento en el conjunto del país.
A nivel nacional, el descenso de la tasa Arope se produjo en dos de sus tres componentes. Así, el porcentaje de población en situación de baja intensidad en el empleo bajó tres décimas, del 8,7 al 8,4 por ciento; el de población en riesgo de pobreza pasó del 20,4 al 20,2 por ciento; y el porcentaje de personas residentes en hogares con carencia material y social severa subió un punto y tres décimas, hasta el 9 por ciento.
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