Ciudad Rodrigo presenta el nuevo folleto del Museo del Tamborilero
El museo exhibe una valiosa colección recopilada por José Ramón Cid Cebrián, quien durante más de cincuenta años ha dedicado su vida al estudio y la difusión de la música tradicional salmantina y todo lo relacionado con la figura del tamborilero
El legado del tamborilero, ese músico singular que con dos manos da vida a melodías y ritmos, corazón de las antiguas fiestas rurales salmantinas, se reivindica en un nuevo espacio museístico. La exposición, fruto de más de medio siglo de dedicación del tamborilero mirobrigense José Ramón Cid Cebrián, ofrece un recorrido exhaustivo por la historia, la música y la iconografía de esta figura esencial de la cultura tradicional de la provincia.
Durante generaciones, el tamborilero ha sido mucho más que un músico; un verdadero "hombre-orquesta" capaz de interpretar con asombrosa riqueza charros, charradas, fandangos, pasacalles y alboradas, además de jotas, danzas, marchas y sones para toros, teatro, bodas y festividades religiosas. Su versatilidad le permitió incluso adaptarse a los ritmos modernos que llegaban de las ciudades, incorporando los populares "bailes agarraos". En la provincia de Salamanca, el tamborilero se erigió como el máximo exponente de la cultura musical autóctona y el depositario de las tradiciones más genuinas.
El museo exhibe una valiosa colección recopilada por José Ramón Cid Cebrián, quien durante más de cincuenta años ha dedicado su vida al estudio y la difusión de la música tradicional salmantina y todo lo relacionado con la figura del tamborilero. Los visitantes podrán admirar diversos ejemplos de gaitas y tamboriles de época, junto a piezas alusivas como fotografías antiguas, cuadros, grabados, iconografías y documentos que ilustran la rica historia de este músico.
La exposición se estructura en varios capítulos temáticos, comenzando por un recorrido iconográfico que muestra la presencia del tamborilero o tañedor de flauta de tres agujeros desde el siglo XI hasta la actualidad en miniaturas de códices, pinturas y esculturas, con especial atención a representaciones de la provincia de Salamanca.
Un segundo capítulo rescata del olvido a los últimos tamborileros tradicionales de Salamanca, aquellos que aprendieron su arte de forma oral y lo ejercieron de manera auténtica, inmortalizados en fotografías de época.
La riqueza instrumental de la tradición salmantina se pone de manifiesto en el capítulo dedicado a los tamboriles y gaitas, mostrando la variedad de morfologías, materiales, ornamentaciones y sonidos que existieron, muchos de ellos pertenecientes a tamborileros considerados históricos.
El museo también explora los instrumentos tradicionales vinculados a la gaita y el tamboril, como las castañuelas y los palos de danzar, así como instrumentos pastoriles como la flauta de cuerno de cabra y la gaita de dos manos. Se incluye incluso una referencia al salterio percutido o tamboril de cuerdas, un instrumento perdido hace siglos pero del que se conservan testimonios de su uso.
La figura del tamborilero trasciende las fronteras salmantinas, y así lo refleja un capítulo dedicado a su presencia en otras regiones de España, Europa e Hispanoamérica, desde el occidente peninsular hasta países como Francia, Italia, México o Perú.
Finalmente, la exposición culmina con una selección de obras de arte que representan al tamborilero, desde porcelanas hasta óleos, acuarelas, dibujos y esculturas de artistas de reconocido prestigio, testimoniando la huella imborrable de este músico en la cultura visual.
Este nuevo espacio museístico se erige como un homenaje necesario a una figura clave de la identidad cultural salmantina, preservando su memoria y difundiendo la riqueza de su legado musical para las generaciones futuras.
También te puede interesar
Lo último