La nueva vida del palacio neogótico que mandó construir la I Marquesa de Cartago en Ciudad Rodrigo y que nunca vio terminado
Las obras de rehabilitación integral del edificio comenzarán en los próximos días para transformarlo en el Centro de Interpretación de Siega Verde, un yacimiento único declarado Patrimonio de la Humanidad
Es uno de los palacios más notables de Ciudad Rodrigo, pero sus puertas han estado cerradas al público durante décadas, desde la muerte de su última propietaria, Marcelina Rodríguez Marcos, que se lo dejó en herencia al Obispado de Ciudad Rodrigo. Ahora, el Palacio de la Marquesa de Cartago tendrá una nueva vida ya que se va a convertir en el nuevo centro de interpretación del yacimiento de Siega Verde, lo que no solo será un importante atractivo turístico, sino que permitirá que el conjunto de arte paleolítico al aire libre más importante de Castilla y León, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, tenga una mayor difusión.
El edificio, neogótico con elementos hispano flamencos y renacentistas, sufrirá una transformación integral con unas obras que comenzarán en unos días y que se prolongarán durante siete meses. Es el inicio de su conversión en centro de interpretación, una obra que costará más de un millón de euros y que darán uso al edificio que soñó María de la Concepción Narváez y del Águila.
Pero ¿quién era la Marquesa de Cartago y por qué mando construir un palacio en Ciudad Rodrigo? María Concepción Narváez y del Águila nació en Loja, Granada en 1856 Heredó de su padre varias propiedades en la comarca de Ciudad Rodrigo, de ahí su vinculación con Salamanca. En 1894 recibió el Marquesado de Cartago y decidió construir una casa digna del título que le había concedido la reina regente María Cristina, madre de Alfonso XIII.
La marquesa de Cartago se hizo con un solar y comenzó la construcción del denominado Palacio de Cartago. Sin embargo, la marquesa nunca lo pudo ver acabado a pesar de que falleció en 1945 ya que las obras quedaron paralizadas, no se sabe si por problemas económicos o, según recogen las crónicas, porque una gitana leyó la buenaventura a la marquesa diciéndole que moriría nada más terminar su construcción. A su muerte, el palacio pasó a manos de su hermano y, después, de su sobrino, según narra el historiador Carlos Vidriales García Bustamante en su web ‘karldevitre’. Fue la viuda del sobrino, la marquesa de Castro, quien lo vendió al matrimonio de Ciudad Rodrigo formado por Agustín Íñigo y Marcelina Rodríguez. Ellos serían quienes terminaran la obra iniciada por la I marquesa de Cartago, eso sí, con modificaciones ya que eliminaron la mayor parte del segundo piso. Marcelina donó el palacio en su testamento al Obispado, quien ahora lo ha cedido hasta 2099 al Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo.
Un palacio que se convertirá en un centro de recepción de turistas y espacio expositivo vinculado a uno de los yacimientos rupestres al aire libre más importantes de España. Será “un espacio previo del Aula de Interpretación de siega Verde, así como un espacio para exposiciones temporales. Se trata de un equipamiento cultural y turístico a construir en un enclave privilegiado, rodeado de elementos de marcado carácter patrimonial”, como reza el proyecto realizado por el arquitecto Pablo Redero. El objetivo del Ayuntamiento de la ciudad es convertirlo en un importante recurso para la promoción turística, un lugar atractivo que anime a los visitantes a conocer mejor Ciudad Rodrigo y también Siega Verde.
Además, la obra permitirá no solo poner en valor el palacio, sino también conservarlo y divulgar su historia. “Se pretende un edificio versátil, con espacios multifuncionales que permitan desarrollar diferentes actividades, como recepción de turistas y primer contacto con el patrimonio cultural de la ciudad, exposiciones temporales o permanentes relacionadas con el patrimonio y la historia de la ciudad, investigación, posibles talleres educacionales, etc., todo ello sin olvidar la principal finalidad del mismo que es la creación del Aula de interpretación de Siega Verde”, reza el proyecto.
Tendrá una sala principal en la que se alojará el aula arqueológica dedicada a los orígenes de la ciudad y al Yacimiento de Siega Verde. Así mismo el edificio albergará otras salas de exposiciones en las que se dé a conocer la historia y el patrimonio de Ciudad Rodrigo, todo ello compatible con la promoción del yacimiento. Así, contará con un área de recepción de visitantes, uno de interpretación del yacimiento de Siega Verde, un espacio para exposiciones temporales que será multifuncional, una zona de exposiciones permanentes y una zona administrativa. Serán en total 962 metros cuadrados construidos dedicados a contar la historia de Ciudad Rodrigo y Siega Verde.
Para conseguirlo, se liberará de la planta “todos aquellos elementos de arquitectura doméstica incompatibles con el nuevo uso, liberando el sistema murario principal y sus elementos decorativos asociados, respetando expresamente el espacio central bajo el lucernario y acceso”. El objetivo de esta intervención es conseguir “un conjunto de espacios fluidos gravitando en torno al patio central, en ambas plantas”.
El proyecto recoge que en la planta baja se conservará “sin intervención -como espacio de representación-, el acceso y patio cubierto bajo lucernario, situándose en los laterales los espacios administrativos y de recepción de visitantes, asociado al núcleo de comunicaciones”. Por su parte, la sala principal “se destinará a espacio expositivo como Aula de recepción de Siega Verde”. En cuanto a la primera planta quedará “como espacio diáfano para acoger posteriores exposiciones previa habilitación de los acabados”.
El proyecto es muy respetuoso con los elementos característicos del edificio y propone su conservación total. “Los elementos estructurantes y formalizadores del edificio se conservarán en su totalidad, potenciándolos si cabe con la eliminación de los elementos de plementería y subdivisión doméstica, de forma que se obtiene una mayor fluidez de espacios que permiten entender globalmente su estructura desde prácticamente cualquier punto de vista. Esta limpieza, permitirá además una gran flexibilidad de uso en el tiempo, con espacios diáfanos transitables de forma secuencial, recuperándose en ambas plantas la posibilidad de un recorrido circular”. Una rehabilitación que contempla además la instalación de una nueva escalera y un ascensor pensado para que las personas con discapacidad puedan visitarlo.
Para el alcalde de Ciudad Rodrigo, Marcos Iglesias, la puesta en marcha del aula de interpretación de Siega Verde en el Palacio de Cartago es “una gran oportunidad para poner en valor el oeste de Salamanca y sobre todo para crear este producto turístico de tan alta calidad”. Asegura que Ciudad Rodrigo tiene que ser "la entrada a Siega Verde y que tanto este Patrimonio de la Humanidad que es Siega Verde, como Ciudad Rodrigo, que es una ciudad abaluartada, monumental, una ciudad de servicios, van a caminar juntos en una estrategia turística que va a dinamizar toda la raya". Además, la ciudad tiene todo lo necesario para alcanzar la declaración de Patrimonio de la UNESCO que ya tiene el yacimiento. Algo que "desea" la ciudad como "conjunto abaluartado" y que ya ha presentado su candidatura de la mano de Portugal y dentro del la declaración conjunta de fortificaciones de la raya.
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