Un agricultor destruye los restos de un castillo BIC y la Fiscalía estudiará si hay delito de expolio

Se trata de las ruinas del Castillo de la Torre Mocha que se encontraban en medio de un terreno de cultivo en Naharros del Río, pedanía de Pelabravo

Castillo de la Torre mocha antes de su derribo
Castillo de la Torre mocha antes de su derribo

Arrasado. Así ha dejado un agricultor los restos de lo que fuera la torre de un castillo medieval que se encontraba en el término municipal de Pelabravo. Se trata de las ruinas del Castillo de la Torre Mocha, que tiene declaración como Bien de Interés Cultural desde el año 1949, cuando se otorgó una protección genérica a todos los castillos de España. Hace dos semanas el agricultor en cuya tierra de cultivo se hallaban las ruinas ordenó su destrucción y con las piedras y restos cegó una charca. El Ayuntamiento ha sido quien ha notificado a la Junta de Castilla y León el suceso y el arqueólogo ya ha comprobado que el BIC ha sido destruido del todo por lo que ha abierto un expediente y pondrá en manos de la Fiscalía el suceso para determinar si hay o no delito de expolio.

Cabe recordar que el Código Penal determina que en los casos de derribo o alteración grave de edificios singulares protegidos por su interés histórico, artístico o cultural las penas se establecen con prisión de seis meses a tres años; multa de 12 a 24 meses, determinada por la gravedad de los daños. La Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León recoge sanciones de hasta 600.000 euros.

El castillo de la Torre Mocha era un gran desconocido para los salmantinos, sin embargo, forma parte del escudo de Pelabravo, donde la indignación por el derribo del bien es patente. Las ruinas estaban cerca de la pedanía Naharros del Río, en una parcela agrícola. Su construcción tuvo lugar entre los años 1157 y 1230. Los restos se encontraban en estado de ruina y sobre ellos nunca se había intervenido.

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